Actividades para segundo
El ratoncito Pérez
Érase una vez Pepito Pérez, un pequeño ratoncito de ciudad que vivía con su familia en un agujerito de la pared de un edificio. El agujero no era muy grande pero era muycómodo, y allí no les faltaba comida. Vivían junto a una panadería, por las noches él y su padre iban a coger harina y todo lo que encontraban para comer.
Un día, Pepito escuchó un gran alboroto en elpiso de arriba. Y como ratón curioso que era trepó y trepó por las cañerías hasta llegar a la primera planta. Allí vio un montón de aparatos, sillones, flores, cuadros..., parecía que alguien se iba ainstalar allí. Al día siguiente Pepito volvió a subir a ver qué era todo aquello, y descubrió algo que le gustó muchísimo. En el piso de arriba habían puesto una clínica dental. A partir de entoncestodos los días subía a mirar todo lo que hacía el doctor. Miraba y aprendía, volvía a mirar y apuntaba todo lo que podía en una pequeña libreta de cartón. Después practicaba con su familia lo que sabía:a su madre le limpió muy bien los dientes, a su hermanita le curó un dolor de muelas con un poquito de medicina. Y así fue como el ratoncito Pérez se fue haciendo famoso. Venían ratones de todaspartes para que los curara, ratones de campo con una bolsita llena de comida para él, ratones de ciudad con sombrero y bastón, ratones pequeños, grandes, gordos, flacos... Todos querían que el ratoncitoPérez les arreglara la boca. Pero entonces empezaron a venir ratones ancianos con un problema más grande: no tenían dientes y querían comer turrón, nueces, almendras, y todo lo que no podían comer desdeque eran jóvenes. El ratoncito Pérez pensó y pensó cómo podía ayudar a estos ratones que confiaban en él. Y, como casi siempre que tenía una duda, subió a la clínica dental a mirar. Allí vio cómo eldoctor le ponía unos dientes estupendos a un anciano. Esos dientes los hacían en una gran fábrica para los dentistas. Pero esos dientes, eran enormes y no le servían a él para nada. Entonces,...
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