ACV ISQUEMICO
DEFINICION
Es un trastorno clínico patológico del sistema nervioso central que se produce como consecuencia del
compromiso de los vasos que lo irrigan, esta disfunción se debe a una alteración circulatoria por
oclusión del árbol arterial encefálico determinando compromiso funcional y vital del territorio afectado.
EPIDEMIOLOGIA La incidencia ha aumentado de 2,10‐2,52/100000 a un 13,02/10000 en los trabajos más recientes de
países desarrollados.
La enfermedad vascular cerebral (EVC) se divide en Isquémica y hemorrágica. A su vez se describen
subtipos de EVC clasificados de la siguiente manera:
1.‐ Crisis isquémicas transitorias, 2.‐ Infarto cerebral (80 %) trombosis, embolias origen cardiaco o arterio‐arterial, infartos lacunares
3.‐ Hemorragia intraparenquimatosa (15%)
4.‐ Hemorragia subaracnoidea (5 %)
PROTOCOLO DIAGNOSTICO DEL ACCIDENTE CEREBROVASCULAR ISQUEMICO
Los objetivos generales del diagnóstico en el accidente cerebrovascular agudo (ACVA) isquémico son dos: poder tratar al enfermo precozmente, para evitar o minimizar el daño cerebral irreversible, y lograr
el conocimiento necesario para instaurar un plan de prevención secundaria que resulte eficaz.
El tiempo es esencial en la fase aguda del ictus isquémico; las medidas terapéuticas orientadas a la
repermeabilización del vaso ocluido (trombólisis) y a incrementar la resistencia del cerebro frente a la isquemia (neuroprotección) sólo serán eficaces si se aplican durante las primeras 3 (o a lo sumo 6) horas
desde el inicio de los síntomas. Por ello es necesario acortar lo más posible la duración del proceso
diagnóstico inicial, hasta reducirla a 1 hora como máximo. Por otro lado, hay que lograr que los
pacientes lleguen precozmente al hospital, educando a la población y a los servicios médicos de emergencia para que sepan reconocer los síntomas de un ictus.
El proceso diagnóstico del ictus isquémico comprende los siguientes pasos:
1. Diferenciar entre ictus y otros procesos con clínica neurológica similar, descartando hipoglucemia,
síncope, vértigo periférico, intoxicación por drogas, crisis epiléptica, crisis hipertensiva, encefalopatía
hipertensiva, migraña con aura, brote de esclerosis múltiple, hematoma subdural, parálisis de Bell,
hiperventilación, encefalitis focal, tumor o traumatismo craneal, especialmente en los enfermos en
estado comatoso.
2. Diferenciar entre ictus hemorrágico e isquémico (para ello es necesario realizar tomografía
computarizada [TC] y/o Resonancia Magnetica Nuclear (RMN). 3. Averiguar el tipo etiopatogénico del ictus isquémico y la localización topográfica de la lesión arterial,
así como establecer su probable pronóstico.
4. Valorar la posible existencia de factores sistémicos asociados y de complicaciones inmediatas.
Valoración de las complicaciones y de la gravedad de la lesión cerebral. La presencia en la TC precoz de signos de infarto (hipodensidad, datos de expansividad o hidrocefalia) o
del signo de la arteria hiperdensa, indica un mal pronóstico y una transformación hemorrágica más
frecuente.
Protocolo diagnóstico
Para este proceso diagnóstico nos valemos de los siguientes procedimientos:
Historia clínica y exploración física Se hará un revisión de la clínica neurológica incluyendo la historia médica del paciente, lo que hacía en
el momento del inicio, el curso y desarrollo de los síntomas, el interrogatorio sobre episodios previos y
la presencia o no de déficits como paraplejía, disartria, cefalea, vómitos, crisis, ataxia, déficit sensitivo,
hemiparesia, afasia, desviación oculocefálica, alteraciones visuales y oculares o pérdida de conciencia. ...
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