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Amigas y amigos:

En Costa Rica hemos tenido el privilegio de recibir misiones internacionales humanitarias, culturales y diplomáticas. Hoy, tenemos también el privilegio de recibir en nuestro territorio a una misión de paz. Una misión conformada por un ejército de reconocidos especialistas de la Organización Internacional de Trabajo, y de distinguidos representantes políticos, empresariales ysindicales de naciones hermanas. A lo largo de, nuestra historia, esas han sido las fuerzas aliadas de Costa Rica. Fuerzas que se han constituido no para hacer la guerra, sino para hacer la paz. Fuerzas integradas no por generales ni soldados, sino por maestros, médicos y empresarios. Ahora que libramos una lucha frontal contra los fantasmas de la pobreza, la quiebra de empresas y el desempleo,necesitamos más que nunca del consejo y del apoyo de nuestros aliados. Necesitamos de su guía y de su colaboración para ganar esta batalla, y no sólo para pactar una tregua. Porque como bien dijo en una ocasión el célebre escritor francés Víctor Hugo: “una de las fatalidades de la humanidad es vivir condenada a la lucha eterna con fantasmas”. Ahora bien, la estrategia para ganar esta batalla debeser flexible y pluralista. De ahí la importancia de compartir con organismos internacionales y naciones amigas las medidas que hemos tomado para superar la crisis. Estamos conscientes de que ningún plan puede estar escrito en piedra. El foro de discusión que hoy inauguramos es la oportunidad ideal que tenemos los costarricenses, para seguir mejorando y complementado las medidas que a la fecha hemosaplicado para atenuar los efectos de la crisis internacional. En las circunstancias actuales, los consejos y los ofrecimientos de ayuda no sobran, mucho menos si esos consejos y ofrecimientos provienen de una organización como la OIT. Su presencia en Costa Rica nos llena de satisfacción y esperanza. Por casi un siglo, la autoridad y la experiencia de esta organización han sido antorchas capacesde iluminar el camino de la humanidad, aún en medio de la más insondable oscuridad. Este encuentro nos confirma lo que siempre hemos sabido: que la OIT y Costa Rica comparten un credo común. Que sus estrellas y las nuestras brillan en el mismo firmamento. Han pasado casi tres años, desde el día en que visité la casa de la OIT en Ginebra y tuve la oportunidad de atestiguar esa comunión de intereses.Apenas un mes antes de mi visita, había jurado por segunda ocasión como Presidente de Costa Rica, y me acompañaba entonces la ilusión de un nuevo amanecer para los costarricenses. El sol de la bonanza económica brillaba en lo alto, y los nubarrones de una posible crisis económica internacional no se divisaban en el horizonte. En mi discurso durante la Conferencia Internacional de Trabajo en elaño 2006, llamado no por casualidad “El empleo es el corazón de la paz”, insté a las naciones del mundo para que ubicáramos la creación de 2 empleos decentes, al lado del crecimiento económico que en aquel entonces disfrutábamos. Para lograrlo propuse dos tareas vitales: aumentar la inversión en educación y propiciar el libre comercio. Las condiciones económicas en el mundo han variado, pero no asínuestras convicciones. Sigo creyendo que la inversión en educación -y que en general la inversión social -, junto a la profundización de nuestra integración comercial con el mundo, y el impulso a nuestra producción nacional, siguen siendo las políticas medulares para superar la crisis internacional. Esa fue la misma filosofía que me inspiró para la elaboración del Plan Escudo que presentamos a loscostarricenses a inicios de este año. Un verdadero plan de estímulo económico y protección social, que no se limitó a atender las preocupaciones de un único sector de la sociedad costarricense, sino que se fundamentó sobre las necesidades de cuatro grandes grupos: las familias, los trabajadores, las empresas y el sector financiero. Se divide así por la sencilla razón de que esta crisis nos...