Aida Pelayo

Aida Pelayo (1912-1998) dedicó su vida a la lucha contra las dictaduras republicanas. En su juventud, durante la década de 1930, perteneció al Directorio Estudiantil Normalista, se incorporó al AlaIzquierda Estudiantil y después de la caída de Machado ingresó en la Liga Juvenil Comunista. Ejemplo de su altruismo como pedagoga fue la fundación de la escuela Lino Figueredo para niños desamparados,primera de su género en el país.
La impronta dejada por esta mujer en la historia cubana fue, precisamente, la creación del Frente Cívico de Mujeres Martianas, como valiente reacción al golpe deestado de Batista el 10 de marzo de 1952. Con sus propias palabras Aida explicaba así la labor del Frente: “Teníamos dos tipos de vida: la legal, esa que nos conquistamos nosotras porque nos dio lagana, sin pedirle permiso a nadie, y la ilegal. La primera era la ayuda a los presos, a los familiares y el desarrollo de una propaganda muy amplia, a base del pensamiento martiano. Constantementehacíamos denuncias por las violaciones de los derechos humanos. La segunda era la de la dinamita, el fósforo vivo, la quemazón de tiendas, las bombas.”
Otras tareas desarrolladas por la organización fueronla participación en tres atentados contra la vida de Esteban Ventura, el más famoso criminal de la dictadura; propiciar encuentros, distribuir propaganda propia o de otros sectores, principalmente delMovimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario, y proteger a combatientes de estas organizaciones sin dejar de tener contactos con otras. Además, las valerosas mujeres identificaban a losmártires en la morgue, trasladaban armas y explosivos, y divulgaban boletines y análisis económicos.
Encarcelada y torturada en seis ocasiones, Aida Pelayo declararía después: “La cárcel es escuela,acicate. El peligro hace crecer al revolucionario. Recuerdo con tristeza los días de aislamiento e incomunicación; la resistencia frente a los verdugos policiacos. Pero lo que no se olvida jamás es a...