ALCOHOLISMO Y CRIMINALIDAD
Como ya dijimos, las relaciones existentes entre el alcoholismo y la criminalidad han sido estudiados desde hace tiempo. De acuerdo a las conclusiones a que se ha llegado se puede decir, en líneas generales, que el alcohol por sí solo no ha de considerarse como la única causa importante para la ejecución de un delito, sobre todo si éste es grave (homicidio,lesiones, incendio, violación, etc.). En efecto, acaece más frecuentemente que se hallen otras causas, en relación con las cuales el alcoholismo es una fuerza más y, alguna vez, una mera causa ocasional que ofrece la oportunidad de revelarse a tendencias que, en condiciones normales, podían ser reprimidas: por ello sucede que tantas veces, entre los alcohólicos que han ingerido la misma cantidadde alcohol, irnos delinquen y otros no; aquí se hace evidente que para explicar los efectos desiguales es necesario bucear en aquello que es diferente entre las causas, o sea, la personalidad previa de los ebrios. En otras palabras, la predisposición individual desempeña un papel importante, inclusive cuando consideramos que el alcohol es lacondición sine qua non del delito, como la gota que hacerebalsar el vaso. También y para evitar confusiones, es preciso tener en cuenta que no siempre que delito y alcoholismo se manifiestan juntos se puede atribuir aquél a éste ni siquiera como simple causa desencadenante; pues suele suceder que alcoholismo y delito son efectos de una causa común anterior, generalmente una deficiencia, o enfermedad psíquica; entonces el alcoholismo es hermano,pero no padre del delito.
Lo dicho puede sufrir excepciones cuando se trata de delito; poco graves, en los cuales la pura lógica nos dice que para comprender el delito no es necesario buscar profundas raíces en la personalidad precedente del culpable.
Es probable que lo mismo pueda decirse de los delitos culposos en los cuales la falta de atención, coordinación, memoria, etc., derivada del uso delalcohol puede muy bien explicar el delito cometido; sin embargo, será necesario hacer alguna reserva, al menos para los delitos culposos más graves, teniendo presente que no puede ser íntegramente dejada de lado la explicación dada por el psicoanálisis para los delitos culposos. Hay que llamarla atención sobre los delitos de tránsito.
Otro tanto puede afirmarse de algunos delitos realizadospor omisión.
De cualquier modo, el alcohol influye de tantas maneras y tan profundamente, que admitimos la opinión de Tanzi, según la cual, en relación con el delito, el alcoholismo tiene más importancia que cualquier enfermedad mental.
Estadísticas da la criminalidad.Las estadísticas están para demostrar cuanto precede.
Ante todo, es un hecho que entre los criminales, existe un número dealcohólicos superior a aquel que existe entre las personas no delincuentes.
Así, nos dice Taft que “los Gluecks hallaron que el 39,4% de los hombres internados en reformatorios, habían abusado del alcohol hasta el exceso. Un cuarto (25,4%) de las mujeres delincuentes se habían dado a la embriaguez ya en la adolescencia”.
Con referencia a Alemania, Kraft-Ebing ya había establecí do que “el 50% de todoslos delitos y de todas las contravenciones se verifican bajo la influencia del alcohol; alrededor del 25%.
Los pueblos pequeños; esta diferencia se nota, entre otros, en los arrestos por ebriedad. Citando a Aschaffenburg, dice que entre las ciudades de Alemania existe diferencia en el número y calidad de los delitos; el autor alemán considera que las diferencias en los delitos contra las personasse debían al consumo de bebidas alcohólicas.
El autor dice que “entre las personas conducidas a las instituciones penales o reformatorios en 1923, el 58% era culpable de embriaguez o de conducta desordenada”.
Y opina, con referencia a los delitos contra las personas, que su aumento en verano puede ser causado, entre otros, por el aumento de consumo de alcohol.
Luis Garrido, en las notas a la...
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