Alfonso Portillo
Al menos una veintena de funcionarios del gobierno portillista han enfrentado a la justicia vinculados a casos de corrupción, entre ellos se encuentran el vicepresidente Juan Francisco Reyes; Eduardo Arévalo Lacs,exministro de Defensa; Manuel Maza Castellanos y Eduardo Weymann, exministros de Finanzas; Byron Barrientos, exministro de Gobernación; César Sandoval y Carlos Wohlers, exgerente y expresidente de la Junta Directiva del Instituto Guatemalteco de SEGURIDAD SOCIAL y Óscar Dubón Palma, excontralor general de Cuentas, por mencionar algunos nombres.De enero del año 2000 a enero del 2004, durante elgobierno de Portillo, todos los señalamientos permanecieron como rumores a voces. Con el mando del Ejecutivo y una mayoría en el Congreso del FRG, Portillo concentraba el poder. El FRG era prácticamente intocable.
No fue sino hasta 2004, después de que Efraín Ríos Montt, el candidato oficialista, perdió las elecciones frente a Óscar Berger y que alcanzaron un acuerdo para que el primero y su familia nofueran perseguidos, que comenzaron las investigaciones y la persecución penal contra los funcionarios del gobierno saliente.
El caso destacó por tratarse de un mandatario involucrado en corrupción, ya que sus sucesores y antecesores en el cargo también fueron señalados por actos ilícitos, pero sus procesos ni siquiera iniciaron o quedaron estancados en el sistema de justicia.
PORTILLO PRÓFUGO
Unmes después de dejar el cargo, en febrero de 2004, por un fallo de la Corte de Constitucionalidad, Alfonso Portillo y el vicepresidente, Juan Francisco Reyes, quedaron fuera del Parlamento Centroamericano y perdieron la inmunidad que les beneficiaba como diputados.
El 18 de febrero, Portillo huyó a México, donde ya había vivido exiliado durante los años 80.
Para entonces las opiniones sobre elcaso Portillo ya eran polarizadas. Por un lado, la apertura económica nacional a la importación de productos como el azúcar y el café y sus discursos desafiantes, enfrentaron a Portillo con la élite empresarial, y por otro lado, un gran sector poblacional, sobre todo del área rural, consideraba que el expresidente estaba siendo víctima de una persecución política.
Edgar Pereira, del InstitutoCentroamericano de Estudios para la Democracia Social, considera que, aunque el gobierno de Portillo no impulsó reformas estructurales, el expresidente tomó acciones de corte populista que aunadas a su carisma personal le hicieron ganar la simpatía de muchas personas.
El analista opina que otro elemento que ayudó a Portillo a ganar la fidelidad de muchos votantes es que no venía de las élitestradicionales. Según explica Pereira, cuando la extinta FRG tomó el poder, se incorporaron al gobierno personas que no provenían de las esferas de poder acomodadas. Estos nuevos políticos ayudaron a mantener la imagen de Portillo viva, mientras éste enfrentaba sus batallas legales.
El proceso legal contra Portillo, más que afectar su imagen, le dio publicidad. La imagen de Portillo en el recuerdo de los...
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