América latina: las intermitencias de la representación política

América Latina: Las intermitencias de la representación política

El presente trabajo se propone realizar un abordaje analítico del desarrollo de la representación política en América Latina (AL), haciendo énfasis en los sistemas de partidos como principal variable a comparar en términos de las categorías cambio y continuidad.

Se plantea aplicar una combinación metodológica entre el métodocomparado, que básicamente encuentra relaciones entre variables mediante la observación sincrónica y objetiva de casos sistemáticamente seleccionados (bajo el criterio de homogeneidad), y el método histórico, que, como se da en términos diacrónicos y asume una dimensión longitudinal, debe trabajar con el supuesto ceteris non paribus. Así se propone una perspectiva amplia, que incluya variablesestructurales (estáticas) e históricas (dinámicas, contingentes).

Ahora bien, ¿qué es comparable? Sartori dirá que lo comparable es lo que pertenece al mismo género, especie, subespecie, y así sucesivamente (propone guiarse por una taxonomía al estilo de las ciencias naturales); es decir, el elemento de similaridad que legitima la comparación es la identidad de clase. La comparabilidad, entonces,presupone homogeneidad[1]. Sería plausible entonces comparar a los sistemas políticos latinoamericanos (como especie dentro del género “sistemas políticos”), desde una perspectiva histórica y concentrándonos en una de sus dimensiones: los sistemas de partidos.

¿Por qué este partidocentrismo? Primero que nada, es imposible (y viciosa) una comparación absoluta. En segundo lugar, esta parsimoniateórica se justifica por el hecho de que, al analizar el concepto de representación política, los partidos aparecen históricamente como la condición sine qua non para que ésta de hecho se de, y son “virtualmente los únicos actores con acceso a cargos electivos en la política democrática”[2]. En palabras de Meneguello, más allá de la perdida del monopolio de la representación política, en el ámbito delos procesos de toma de decisiones y de gestión de la sociedad, los partidos son agentes centrales de la conexión entre los ciudadanos y los gobiernos democráticos[3]

Por otro lado, partiendo de un marco teórico ontológicamente heterodoxo cuya premisa general es que las formas partidarias son consecuencia de coyunturas societales, se recalca la naturaleza social de las configuracionespartidarias. Es decir, se trata de un partidocentrismo en clave social, porque se sitúa al interior del sistema político, inherentemente insertado dentro de la sociedad (contingente por naturaleza)

Hipótesis: Una crisis de representación de los sistemas de partidos subyace tanto a la continuidad como el cambio de los sistemas de partidos en LA.

En primer lugar es relevante remitir a cuestiones deun cierto nivel de abstracción (conceptos) para luego llegar a niveles de abstracción mas bajos (sistemas de partidos en LA)

Me interesa sobre todo el concepto de representatividad partidista. Pues bien, a la pregunta “¿qué representan los partidos?”, Manuel Garretón dirá que la representación de los clivajes trascendentales de la sociedad, intereses, actores sociales, demandas ciudadanas, ideasy proyectos de la sociedad deseable y demás cuestiones incluidas en las dimensiones de democracia política, democratización social, (re)inserción en la economía mundial y generación de la propia modernidad es competencia de los partidos políticos (Garretón, 1998)

Pasando ahora sí a la parte sustantiva del trabajo, bajamos el nivel de abstracción y procedemos al análisis de los sistemas departidos latinoamericanos. Utilizo como modelo el presentado por Kenneth Roberts en “El sistema de partidos y la transformación de la representación política en la era neoliberal latinoamericana”, que da lugar a una lectura del cambio y la continuidad en términos de su tipología de sistemas de partido elitista o de movilización obrera[4], y a partir de la imbricación partido-sociedad en los...