Ana Verdad

Ana era una niña tremendamente despistada. Sus papas le decían siempre que estaba en las nubes, que vivía en la luna, y que habitaba en las estrellas. Pero un día, de lo distraída que solía ser, se llevó una gran sorpresa, descubrir un mundo muy peculiar.
Un día salió de su casa rumbo a la panadería para comprar el pan dulce de la cena y de lo despistada se perdió. Cruzó la calle dandosaltitos, al llegar a la avenida esperó pacientemente a que el semáforo se pusiera en verde, pasó junto a la panadería de don Silvestre y se siguió de frente durante un buen rato.
Poco a poco, conforme avanzaba, el frio se iba haciendo cada vez más y más intenso. Tanto que no lograba cobijarse con sus propios abrazos. Justo cuando empezaba a caer los primeros copos de nieve, llegó a un lugar extrañoque nunca había visitado.
Toda la gente vestía de verde y llevaba sus impermeables y paraguas del mismo color.
—Pero, niña —le dijo una señora—, ¿cómo es posible que salgas a la calle sin tu resbalagua y sin tu paragotas?
—Es que... —trató de decir Ana, pero le castañeteaban tanto los dientes que no pudo continuar.
—Vamos, vamos --continuó la señora, y compartió con ella su impermeable y suparaguas—, en la cuadra siguiente está mi casa. Desde allí les podrás llamar a tus papás para que pasen a recogerte. Salir a la calle sin resbalagua, con este clima, ¡qué locura!
Al llegar a la casa de la señora, el semblante de Ana cambió. El calor que emanaba de la chimenea hacía del lugar algo confortable y placentero. Todo se veía muy limpio: las pares des blanquísimas, la plata de lascharolas brillante, la alfombra recién peinadita, los muebles sin una pizca de polvo.
Había una niña y un niño jugaban sobre un tablero un juego que ella no conocía.
— ¿Qué es eso? —les preguntó.
— ¿Qué es qué?-- se sorprendió el niño.
Eso que están jugando.
—No estamos jugando: estamos haciendo la tarea. Y además, ¿por qué no tienes tu resbalagua puesto?
— ¿Qué es resbalagua?
Pues qué vaa ser: la ropa que uno se pone cuando sale a la nieve. Quieres decir el impermeable —respondió Ana.
¿Qué es impermeable?
Pues la ropa que uno se pone cuando sale a la nieve o a la lluvia.
¿Qué es lluvia? preguntó la niña.
—Las gotas que caen del cielo cuando...
Dirás el aguabaja.
Al escuchar todo eso la señora, que estaba terminando de poner una jarra de leche en la estufa, se acercóa Ana y la miró con extrañeza.
A ver, a ver, a ver: ¿no sabes lo que es un resbalagua?
Sí, señora, un impermeable, acabo de enterarme.
¡Un impermeable! ¿Dónde te enseñaron esa palabra?
Sólo sé que todo el mundo le dice impermeable a los impermeables.
¿Cómo te llamas?
—Ana —contestó con timidez.
— ¡Ana! —gritaron los niños, que seguían muy extrañados con la presencia de la niña.¿Quién puede llamarse Ana?
—Así me llamo, se lo juro.
- No me gustan las mentiras. Para nada. Me caen mal las niñas que andan diciendo mentiras. En este momento les llamamos por teléfono a tus papás para que vengan por ti. Y les diré que te traigan tu resbalagua y tu paragotas. Mira que salir a la calle así...
Si señora, por favor, llámeles por teléfono. Yo sólo salí a la panadería a comprar...¿Qué es panadería, mamá?
No sé, ¿qué voy a saber yo todo lo que esta niña se anda inventando?
Es el lugar donde venden el pan —explicó Ana.
-¿La bollera?
¿Qué es bollera?
¡Basta! gritó la señora.
¿Cuál es el número de teléfono de tu casa?
Es e12 14 27.
¡¿Qué?! ¿A quién crees que vas a engañar? Anda, dime, Los teléfonos tienen ocho números, no cinco.
—Pues ése es el teléfono. Es elúnico que me sé. Mi mamá hizo que me lo aprendiera de memoria. Por si me perdía.
—Ahora dime otra mentirota: ¿de dónde vienes?
—De Vico. De la Ciudad de Vico, República de Vico.
Vico, pero si Vico queda del otro lado del mar. No me digas que saliste a comprar pan a la bollera y sin más llegaste a Guadaliscorintia.
-Guadalis… ¿Qué?- se sorprendió Ana
Guadaliscorintia. No se por que te...