Analisis de los invasores de tierras urbanas y rurales
En un proceso popular y revolucionario, sin embargo, las invasiones son inexplicables, pues se supone que dicho gobierno está precisamente al servicio de los más pobres y de satisfacer prioritariamente las necesidades de tierra de los campesinos y de viviendas del pueblo urbano, para lo cual aprueba leyes y financia proyectos y programas. El nuevo Estado asume, de esa manera, el compromisoineludible de saldar una deuda, diferida por años, con los más pobres. Estas razones hacen innecesaria e inconveniente la práctica de las invasiones durante la vigencia de todo proceso revolucionario, a menos que con ellas se persigan otros objetivos.
Las invasiones o la amenaza permanente de su ocurrencia constituyen un factor entorpecedor del proceso revolucionario, toda vez que da al traste conlas actividades programadas para satisfacer las necesidades de tierra y de viviendas. Los proyectos respectivos se ven a interferidos por una práctica nociva, que pretende lograr la satisfacción de un grupo de individualidades, por encima de las prioridades del colectivo establecidas por el Estado, el cual toma en cuenta muchos otros factores adicionales a las peticiones de los afectados. Seconvierten también en focos de corrupción, pues permiten la presencia protagónica de “profesionales” de estas acciones quienes, aprovechando las necesidades de la gente, terminan enriqueciéndose con el control directo de los inmuebles y su utilización en funciones totalmente diferentes de las inicialmente esgrimidas.
Son archiconocidas las invasiones de inmuebles para el uso como viviendas que, luegode obtenidas a precios muy subsidiados, terminan siendo vendidas a los precios del mercado, con una considerable ganancia para el negociante de la miseria ajena, quien repite esta práctica una y otra vez, bajo la acción protectora de algún funcionario gubernamental. Se invade un inmueble, con la excusa de utilizarlo como centro comunal o dispensario médico o para organizar una escuela y se terminacon la instalación de un comercio, una venta de licores, que beneficia solamente al “profesional” de la invasión y al funcionario de la jefatura civil, la prefectura o la alcaldía, que apoya trascorrales la actividad invasora.
Este tipo de conductas delictivas son también desestabilizadoras de la economía y del ambiente político, constituyendo una plaga de todo gobierno transformador y elgobierno bolivariano no es una excepción. Muy por el contrario, inmorales y amorales de todo tipo, disfrazados con boinas rojas y actuando en nombre de la revolución, asumen las invasiones como su trabajo revolucionario, constituyéndose en los perores enemigos del proceso. Así comenzó el derrocamiento de Salvador Allende en Chile, con invasiones ilegales de tierras, de viviendas urbanas y de fábricas,que significaron un duro golpe a sectores medios urbanos y a pequeños y medianos productores rurales, que constituían una base importante de apoyo para el gobierno del presidente Allende. De esa manera se fue minando una alianza de clases imprescindible para la marcha exitosa de aquél y de cualquier movimiento revolucionario.
El gobierno no debe permitir, bajo ningún concepto, las invasiones...
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