Angel

EL ÁNGEL DETRÁS DE LA LUNA

¿Cuánto tiempo llevo aquí? No lo sé, solo recuerdo el día en el que quedamos sepultados bajo todo este escombro, ese día del gran terremoto… si, ese día…
Por más que intente buscar una salida no logro ver alguna luz, todo está obscuro, pero ya me acostumbré, tanto como mis manos y pies a las rocas secas y duras. Necesito ayuda, nadie más sobrevivió a este lugar, mehe quedado sola, pero no pierdo la esperanza de salir algún día de aquí o moriré en el intento.
Es tan profundo este sitio que parece que estoy como a cien metros bajo tierra, siento como si estuviera cerca del mismo infierno o talvez exagere, pero aunque ya he avanzado mucho, todavía no encuentro la superficie; ¿Cuándo veré de nuevo la luna? Eso es lo que más anhelo ahora que lo he perdidotodo: mi familia, mis amigos, mi hogar, mis aspiraciones, en fin; no tengo más que a la luna para contemplarla y lo que haré cuando salga, después de todo ya he suprimido esos sentimientos desgarrantes de melancolía y soledad que me envolvían los primeros días. Qué más da… aun tengo vida y eso significa que a pesar de todo, hay esperanza.
Hay sombras aquí, más densas que la misma obscuridad, songrandes y atacaron a los últimos sobrevivientes, incluyéndome, pero aprendí a defenderme de ellos, ¿Cómo?, no tengo idea pero aun estoy viva, mi deseo por salir me mantiene con vida aunque ya no muy cuerda (suspirando una leve sonrisa).
¿Qué es ese ruido?, volteo a ver a todos lados con cautela. Ah, de nuevo las sombras, no son más que demonios y no les temo; corrí a ellos para enfrentarme de unavez… y de pronto… un claro reflejo azul me dejó impactada, no podía creer lo que mis ojos veían, era la prueba viva de que la posibilidad de salir estaba aun más cercana…
Es un hombre, que vestía una gabardina azul, con el cabello blanco brillante peinado severamente para atrás y esa hábil forma de pelear, los venció como si fuera un juego para él ¿Cómo era posible que estuviera aquí? ¿De dóndesalió, que nunca lo había visto? ¿Quién era? Yo creí que ya no quedaba nadie más que yo, tratando de sobrevivir.
Nunca había visto a alguien como él y más por la forma en que vestía, los otros hombres que me acompañaban al inicio de la jornada venían de traje, otros casuales, pero él era más tradicional…
-¡Oye, espera! ¡¿A dónde vas?!- le pregunté casi gritándole y persiguiéndolo. Creo que tenía prisapues no paraba, ni siquiera me vio, pero no podía quedarme a esperar a que lo hiciera, necesitaba su ayuda, no cabía duda de que él sabía como salir. Era mi gran milagro, el que pedía en mis oraciones a cada minuto, pues había salido de la nada, aunque aun no me explico cómo.
- ¡Por favor espérame, necesito hablar cont…!- y sacó una enorme espada delgada y muy afilada, pero a él no le costabamaniobrarla, lo vi cuando luchaba contra los demonios.
- Déjame en paz.- me dijo inquisitivamente, pero a la vez con una envidiable seriedad, apuntándome con el arma blanca sin voltear a verme.
- De acuerdo, está bien, está bien, tranquilo yo solo quiero salir de aquí.- contesté un poco asustada o más bien sorprendida al ver tan poca cortesía en un varón tan bien parecido.
- ¡Entonces largo!-respondió igualmente.
- Eso intento, irme de aquí, pero no sé cómo, necesito tu ayuda para salir por favor, he estado aquí por un largo tiempo y no ha quedado nadie más, estoy sola, por favor.
De pronto levantó la mirada y me vio con curiosidad; tengo que admitir que me sonrojé al ver al fin sus ojos serios, celestes como el cielo que poco recuerdo. Bajó su espada y la envainó, y me dijo en untono de desprecio:
- ¿Qué extraño?, que una simple humana como tú haya llegado y sobrevivido sola hasta este momento. Interesante…
Analizando sus palabras, pensé muy dentro de mí: (¿Humana?), supongo que no tiene importancia preguntar…
- Entonces, ¿Puedo ir contigo?- después de mi humilde pregunta, el misterioso sujeto se quedó pensando por algunos segundos, pero su respuesta me fue dada con...