Antes Del Fin
El libro del trimestre
Ernesto Sábato
Antes del fin
Seix Barral, Barcelona, 1999. 190 págs.
Antonio Calvo
Presidente del Instituro E. Mounier
A
ntes del fin no es un libro de memorias
pormenorizado. Es, más bien, un testamento espiritual. Hay en él los recuerdos suficientes para enmarcar una vida rebelde,
que pudo ser de éxitos en el mundo de la Academia científica, y que, por coherenciapersonal
y compromiso con los desposeídos, caminó con
un rumbo diferente: la literatura, como una opción de vida en la que nunca se olvidaran la esperanza y la lucha por la justicia.
En el libro hay dudas, denuncias, luchas, y la
esperanza que siempre prevalece. Se trata de la
manera de vivir la vida un hombre sabio, ése
que, después de caminar intensamente todas
las edades de su vida, encuentrael sentido ante el final inevitable y hasta el final, entregando
su vida y su palabra a todo aquel que quiera
acogerla, joven o viejo, para fecundar la Vida
con mayúscula, algo por lo que todavía vale la
pena sufrir y morir, una comunión entre hombres, porque «el hombre sólo cabe en la utopía».
Le oímos contar muchas cosas, con lirismo,
con sinceridad, le salen desde dentro y nos alcanzan de lleno.A los ochenta y ocho años de su
vida comienza reconociendo que nunca tuvo
buena memoria, pero que «tal vez eso sea una
forma de recordar únicamente lo que debe ser,
quizás lo más grande que nos ha sucedido en la
vida, lo que tiene algún significado profundo, lo
que ha sido decisivo —para bien o para mal— en
este complejo e inexplicable viaje hacia la muerte que es la vida de cualquiera».
62Acontecimiento
Y, a la manera de los sabios de las tribus antiguas, junto al calor de las brasas, rodeados de
chiquitos sentados sobre sus rodillas o amontonados en el suelo, se dispone a contar algunos
acontecimientos de una vida que para él está llena de equivocaciones, pero que siempre ha sido
una desesperada búsqueda de la verdad.
Y, en silencio, con la boca abierta, junto al calor del fuego y delcariño viejo de experiencia,
nos vamos llenando de palabras de sabiduría, ese
saber que nos enseña a vivir y a morir.
Nos habla de su educación,
a menudo durísima, (pero que) nos enseñó a
cumplir con el deber, a ser consecuentes, rigurosos con nosotros mismos, a trabajar hasta
terminar cualquier tarea empezada. Y si hemos
logrado algo, ha sido por esos atributos que
ásperamente debimos asimilar.¡Que necesario es recordar esta firmeza en un
tiempo de tantas dimisiones! Recordar, asimismo, que educamos con lo que somos, con lo
que hacemos y, en último lugar, con lo que decimos. Sábato dice, como en lamento, que muchas cosas han quedado sin decirse entre su padre y él, no supo valorar a tiempo actitudes de
las que, después de muerto su padre, cayó en la
cuenta de su enorme valor: un corazóncándido
y generoso, no faltar a la palabra empeñada, fidelidad a los amigos. Parece que, en vida, la severidad de su padre fue un obstáculo para descubrir esta riqueza; estas cosas suelen «ocurrir en
Nosotros los viejos
esta vida que, a menudo, es
un permanente desencuentro».
Añora el Colegio en el que
«¡no se fabricaban profesionales!, donde el ser humano
aún era una integridad» y a
un profesor,tratado por sus
colegas con mezquindad y
con el típico resentimiento de
los mediocres, un hombre
que, por ser «un testigo insobornable», no llegó a ser profesor titular, pero que «era capaz de atravesar la ciudad en
la noche para socorrer a un
amigo.». Parece que la vida
sigue igual.
Nos cuenta que a los dieciséis años empezó a vincularse
a grupos anarquistas y comunistas; transcurría el año 27
delsiglo. Cuando en 1930 se
produjo el primer golpe militar, Sábato, entonces secretario de la Juventud Comunista, tuvo que pasar a la
clandestinidad. Tenía 19
años. La experiencia de estos
años de militancia le llevaron
a una orientación claramente
anarquista. No tiene un juicio
positivo acerca del socialismo
científico, al que acusa de
destruir al socialismo utópico.
Denuncia la falacia que...
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