Atrevida Lori Foster

Lori Foster

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HERMANOS WINSTON, 03

ATREVIDA






Para mi agente, Karen Solem.
Tu empuje, energía y visión se igualan a los míos.
Valoro profundamente todas tus contribuciones.






ÍNDICE

Capítulo 1 4
Capítulo 2 15
Capítulo 3 24
Capítulo 4 33
Capítulo 5 41
Capítulo 6 51
Capítulo 7 61
Capítulo 8 76
Capítulo 9 84
Capítulo 10 93Capítulo 11 106
Capítulo 12 116
Capítulo 13 126
Capítulo 14 138
Capítulo 15 150
Capítulo 16 163
Capítulo 17 173
Capítulo 18 182
Capítulo 19 192
Capítulo 20 202
Epílogo 214

RESEÑA BIBLIOGRÁFICA 216




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Capítulo 1

—Te deseo.
El susurro, sugerente y ahogado, acarició a Zane Winston con el mismo efecto que un suave beso en la espalda. Le devastólos sentidos.
Se quedó inmóvil; luego, como reacción, los puños se le cerraron con fuerza, se le tensaron los músculos y el pulso se le aceleró. Estuvo a punto de caerse de la escalera de mano.
Las placas base que sujetaba en los brazos se le balancearon precariamente y comenzaron a caer, pero consiguió agarrarlas en el último segundo.
No quería mirar, no quería reconocer que habíacaptado el susurro. Sabía, sin mirar, quién lo había emitido. Pero, como le ocurría siempre que algo tenía que ver con ella, era incapaz de mirarla.
La buscó disimuladamente con la mirada, y la encontró a menos de un metro de él, con el cabello negro de hechicera hasta la cintura, ocultando parcialmente su rostro como una gruesa cortina de ébano.
En la pequeña tienda de ordenadores, lagente iba de un lado a otro aprovechando las rebajas que él había anunciado, cogiendo los artículos de saldo, amontonando los discos. Pero nadie chocaba con ella, nadie la tocaba. Permanecía sola en medio de la multitud, junto a la escalera, y Zane notó la intensidad con que ella era consciente de su presencia. Aquello le despertó los sentidos hasta que la respiración se le ralentizó y notó lapiel caliente.
Mierda, siempre le pasaba cuando estaba cerca de ella, y ésa era una de las razones por las que trataba de evitarla.
Como ella no dijo nada más, ni se molestó en mirarlo, Zane siguió poniendo los artículos en el estante. Quizá hubiera oído mal. Quizá se lo hubiera imaginado todo. Últimamente no dormía muy bien, o mejor dicho, tenía un sueño demasiado profundo, como siestuviese muerto, atrapado en sueños eróticos muy realistas que lo dejaban exhausto durante el día. Se sentía como un zombi, un zombi caliente, porque los sueños trataban de abrasadoras actividades carnales.
Soñaba con ella.
La tienda de ordenadores de Zane había ido muy bien en el último año y requería gran parte de su atención. La situación del negocio, en un pequeño paseo comercial, eraideal, pero el antiguo edificio de dos plantas de la chica estaba justo al lado, separado sólo por un estrecho callejón, y el aroma del sensual incienso que quemaba se filtraba muchas veces por la puerta abierta. Peor que eso, la música seductora y rítmica que ella ponía se oía por todas partes, y hacía que el corazón de Zane latiera demasiado deprisa. Con aquella distracción, concentrarse en softwarey módems no siempre resultaba fácil, por mucho empeño que pusiera. Últimamente, con el acoso de los malditos sueños, el férreo control de Zane se estaba resquebrajando.
Sus hermanos habían comenzado a burlarse de él, acusándolo de ligar demasiado. Zane no se había molestado en defenderse, no tenía ninguna intención de explicarles qué había realmente detrás de la falta de concentración quesufría últimamente, o que sus juergas sólo habían sido en sueños o que la causa de todo era una pequeña cíngara a la que ni siquiera encontraba atractiva.
Sobre todo porque él estaba decidido a negar que existía tal causa.
Pero lo último que necesitaba era una visita de ella en persona.
Aunque no la estaba mirando, Zane notó que se le acercaba; todo su cuerpo era consciente de su...