Bertrand Russell El Poder

Del libro “El Poder”, Bertrand Russell
Para que la democracia sea practicable, la población debe estar en todo lo posible libre de odios y de espíritu destructivo y también de temor a la subordinación. Estos sentimientos pueden ser producidos por las circunstancias políticas, pero lo que yo quiero considerar es el papel que desempeña la educación en hacer que los hombres sean más o menospropensos para ello.
Algunos padres y algunas escuelas comienzan con el intento de enseñar a los niños la obediencia completa, intento que es casi seguro producirá un esclavo o un rebelde, nada de lo cual es lo que desea una democracia. En cuanto a los efectos de la educación severamente disciplinaria, la opinión que yo sostengo es la que sostienen todos los dictadores de Europa. Después de la guerra,casi todos los países de Europa poseían cierto número de escuelas libres, sin demasiada disciplina ni demasiadas muestras de respeto para los maestros; pero una por una, las autocracias militares, incluyendo a la URSS, han suprimido toda libertad en las escuelas y han vuelto a los viejos métodos y a la práctica de tratar al maestro como una miniatura del Führer o del Duce. Podemos inferir que todoslos dictadores consideran que cierto grado de libertad en la escuela es como una preparación para la democracia; y a la autocracia en la escuela como el preludio natural de la autocracia en el Estado.
Todo hombre o mujer en una democracia no será ni un esclavo ni un rebelde, sino un ciudadano, esto es, una persona que posee, y permite que posean los demás, la debida proporción, pero no más, dementalidad gubernamental. Donde no existe la democracia la mentalidad gubernamental es la de los dueños con respecto a los dependientes; pero donde existe la democracia es la de la cooperación en igualdad de condiciones, lo que implica la afirmación de la opinión propia hasta cierto punto, pero no más allá.
Eso nos trae a una fuente de inquietud para muchos demócratas que se llama el «principio». Lamayoría hablan del principio, del autosacrificio, de la devoción a una causa, etcétera, lo cual podría ser examinado un poco escépticamente. Un pequeño sicoanálisis demostraría con frecuencia que lo que se oculta en esos nombres es algo en realidad muy diferente, como el orgullo, el odio, el deseo de venganza, que han sido idealizados, colectivizados y personificados como una forma noble deidealismo. El patriota belicoso que desea y aún está ansioso por luchar a favor de su patria, puede ser razonablemente sospechoso de encontrar cierto placer en la matanza. Una población bondadosa, una población que en su infancia ha recibido bondades y ha sido feliz y que en la juventud ha encontrado que el mundo era un lugar de amistad, no desarrollará esa clase particular de idealismo así se llamepatriotismo, lucha de clases o lo que sea y que consiste en reunirse para matar a la gente en gran número. Yo creo que la tendencia a las formas crueles de idealismo aumenta con la infelicidad de la infancia, y podría disminuir si la primera educación fuese emocionalmente lo que debería ser. El fanatismo es un defecto en parte emocional y en parte intelectual. Necesita ser combatido por medio de esafelicidad que hace a los hombres bondadosos y por esa inteligencia que produce un hábito mental científico.
El temperamento que se requiere para que alcance buen éxito la democracia es en la vida práctica exactamente lo que el temperamento científico es en la vida intelectual; está a mitad del camino entre el escepticismo y el dogmatismo. Se sostiene que la verdad no es ni alcanzable niinalcanzable por completo; es alcanzable hasta cierto grado y eso únicamente con dificultad.
La autocracia, en sus formas modernas, siempre se cobija en una creencia: la creencia en Hitler, en Mussolini o en Stalin. Dondequiera que existe una autocracia, es inculcada una serie de creencias en las mentes de los jóvenes antes de que sean capaces de pensar; y esas creencias son enseñadas tan constante y...