BLABLA

REFLEXIÓN ANNIE
Muy temprano a la mañana, nos hacen subirnos al micro sin entender bien el recorrido que íbamos hacer en el día. Nos dijeron que teníamos un largo viaje así que lo dormimos todo. Dos horas después Karin nos levanta diciéndonos: “Chicos, llegaron a Majdanek”. Todos muy dormidos, nos asomamos a las ventanas y vimos a unos cuantos km el campo Majdanek, todo cubierto de nieve, loque hacía al paisaje totalmente blanco y negro. Era el primer campo que íbamos a ver exacto a como estaba en esos años. Se nos pasaban mil pensamientos por la cabeza, que íbamos a ver, como íbamos a reaccionar, que impacto nos iba a dar, si íbamos a llorar, si no, teníamos miedo pero las ganas de conocerlo eran mas fuertes.
Nos bajamos del micro, desayunamos todos juntos, y comenzamos elrecorrido. Después de un par de lugares al que entramos, como las barracas, llegamos a las cámaras de gas. Hicimos una ronda dentro de ella y Judith, nuestra guida, comenzó a leer un testimonio de una nena de 15 años de edad, la que fue separada de su madre, quien murió en el suelo que estábamos pisando. El testimonio contaba como las separaron, la desesperación de no saber que le había pasado, a dondese la habían llevado, si la iba a volver a ver, si no, si se iba a quedar totalmente sola en medio de esa guerra con tan solo quince años. Así que empezó a preguntar desesperada, pero nadie respondía, aunque todos sabían que su madre había sido enviada al lugar en el que yo estaba parada, a la cámara de gas donde le arrebataron la vida.
Lo primero que hice fue ponerme en su lugar, tratar deentender lo que me estaban contando, pensé en mi mama, en lo que sufriría si me la sacan, en la incertidumbre de no saber que le paso, ni porque me la sacaron, sentí un tremendo dolor dentro de mí y la sensación de que no se iba a ir.
Levante la cabeza, las lagrimas no paraban de caerme, mis ojos se estaban a punto de salir, vi que todos mis amigos estaban igual que yo, sentía impotencia, bronca, ya la vez una enorme tristeza. Seguía preguntándome, ¿Por qué? Pregunta que hoy en día sigue estando en mi cabeza.
Mi cabeza estaba por estallar, esos 15 minutos dentro de la cámara, parecieron eternos. Al salir volvimos a hacer una ronda. Nadie miraba para arriba, todos con las cabezas para abajo abrazados unos a otros sin poder hablar. Pensaba en donde estaba, a donde había entrado, en lanena, en mi mama, en mi familia, en todas las vidas que se perdieron dentro de esa cámara.
Hoy puedo decir que fui a Majdanek, principalmente para dejar mi huella, para dejar esa huella mientras salía de la cámara de gas, en representación a todas las personas que entraron pero nunca pudieron salir, nunca pudieron dejar esa huella de la que hoy todos los marchistas somos responsables de dejar.Marchando dejamos huellas, marchando por la vida recordamos a todas las víctimas de la Shoa que no pudieron dejar su huella, a los que les arrebataron sus sueños, sus propósitos de vivir, sus familias, su vida, a todos aquellos que se quedaron solos, a sobrevivientes que hasta el día hoy tienen en su conciencia todo el sufrimiento por el que tuvieron que pasar. Por eso, es responsabilidad de todoslos marchistas, dejar una huella por cada huella perdida.
REFLEXIÓN FLOR
Me duelen los pies, la espalda y el resfrío me supera. Nos estamos yendo del, desgraciadamente, campo de exterminio que en mejor estado está. 'Que espanto' me repito a mi misma incisivamente mientras que deambulaba por el campo, y en especial el crematorio y las cámaras de gas. '¿Con qué derecho?'; '¿porqué? '. Esimpresionantemente espantoso. Pero como lo admiro a Moisés. Que valiente en acompañarnos a este campo en donde esta todo y no hay nada; donde la nada es aire. Donde el silencio es tan fuerte, que se escuchan los gritos desesperantes reprimidos sin derecho alguno.
Estoy devastada.
No veía la hora de irnos del campo. Y como se dice, una hora/minuto/segundo en Majdanek es una eternidad. Me dolía la...