Bordes Urbanos
Páginas: 2 (323 palabras)
Publicado: 9 de septiembre de 2014
No se crea un nuevo estilo todos los lunes”
A lo largo de la vida de cualquiera de nosotros encontramos diferentes etapas, idas y venidas, pasos y contrapasos, inicios y finales de lo quefuesey de la vida misma al fin y al cabo; pero también existe lo que llamamos nuestros puntos de inflexión, momentos que decididamente evocan un cambio en nuestro rumbo, en nuestros planes yhastaquizás en nuestros propios ideales. Al hacer una retrospectiva encontraremos cada uno un acontecimiento importante acompañado de una razón y hasta un protagonista innegable.
La vida delaarquitectura en el mundo tuvo un punto de inflexión a comienzos del siglo XX; un acontecimiento importante como la segunda guerra mundial y las razones de Hitler y compañía provocaron que unvisionarioalemán cruzara el charco hacia los Estados Unidos y allí encontrase todo lo necesario para echarse a andar y convertirse en protagonista innegable de lo que seria todo un nuevo estilo que rige hastahoyen día; y este protagonista fue Mies Van Der Rohe.
Su búsqueda de la pureza, su arquitectura intransigente y muy ceñida a la norma, su propia identidad a la hora de entender el espacio,susensibilidad con el material y su perfeccionismo en muchos casos; son, entre otras características de Mies, sus virtudes más destacadas. Pero todo ese apasionamiento que denota en su obra seríasuarma de doble filo.
“La creencia de Mies Van Der Rohe en un orden y una verdad liberados de las contingencias humanas se construye con el paso de los años y encuentra su expresión másinmediataen sus fricciones personales con sus clientes y sus allegados”… (1)
A nuestro entender Van Der Rohe nunca terminó su búsqueda, el rigor que le dio a su obra hizo que cada vez se limitaramásdentro de su propia idiosincrasia, el minimalismo y la simplicidad con el que trataba de demostrar su arquitectura adjuntó con ella algunas carencias. Una de las carencias más resaltantes a.
A lo largo de la vida de cualquiera de nosotros encontramos diferentes etapas, idas y venidas, pasos y contrapasos, inicios y finales de lo quefuesey de la vida misma al fin y al cabo; pero también existe lo que llamamos nuestros puntos de inflexión, momentos que decididamente evocan un cambio en nuestro rumbo, en nuestros planes yhastaquizás en nuestros propios ideales. Al hacer una retrospectiva encontraremos cada uno un acontecimiento importante acompañado de una razón y hasta un protagonista innegable.
La vida delaarquitectura en el mundo tuvo un punto de inflexión a comienzos del siglo XX; un acontecimiento importante como la segunda guerra mundial y las razones de Hitler y compañía provocaron que unvisionarioalemán cruzara el charco hacia los Estados Unidos y allí encontrase todo lo necesario para echarse a andar y convertirse en protagonista innegable de lo que seria todo un nuevo estilo que rige hastahoyen día; y este protagonista fue Mies Van Der Rohe.
Su búsqueda de la pureza, su arquitectura intransigente y muy ceñida a la norma, su propia identidad a la hora de entender el espacio,susensibilidad con el material y su perfeccionismo en muchos casos; son, entre otras características de Mies, sus virtudes más destacadas. Pero todo ese apasionamiento que denota en su obra seríasuarma de doble filo.
“La creencia de Mies Van Der Rohe en un orden y una verdad liberados de las contingencias humanas se construye con el paso de los años y encuentra su expresión másinmediataen sus fricciones personales con sus clientes y sus allegados”… (1)
A nuestro entender Van Der Rohe nunca terminó su búsqueda, el rigor que le dio a su obra hizo que cada vez se limitaramásdentro de su propia idiosincrasia, el minimalismo y la simplicidad con el que trataba de demostrar su arquitectura adjuntó con ella algunas carencias. Una de las carencias más resaltantes a.
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