breve historia de la revolucion


CAPITULO VIII

El general Manuel Mondragón al frente de 2 mil hombres se subleva contra el Gobierno legítimo el 9 de febrero de 1913. Comienza la decena trágica en la capital de la República. Mondragón pone en libertad alos generales Bernardo Reyes y Félix Díaz.Reyes muere al intentar adueñarse del Palacio Nacional. Los rebeldes se adueñan de la Ciudadela. El general Huerta nombrado jefe delas fuerzas leales. Hambre y sangre en la ciudad de México. La intervención indebida y canallesca del embajador de los Estados Unidos, Henry Lane Wilson. El presidente Madero y el Vicepresidente son aprehendidas.
Renuncian a sus altos cargos. La esposa del señor Madero pide a Wilson su intervención
para salvar la vida de su esposo; el embajador se niega a intervenir en este caso.Madero y
Suárez son asesinados
El general Manuel Mondragón fue el primer capitán de los traidores. Al mando de una fuerza respetable por su número —más de dos mil hombres— hizo que fueran puestos en libertad los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz. Reyes se puso al frente de los sublevados y ordenó la marcha hacia el Palacio Nacional, con el propósito de tomarlo, si era menester, asangre y fuego.
El histórico Palacio, asiento del Poder Ejecutivo, estaba defendido por el pundonoroso
general Lauro Villar, jefe de la zona militar correspondiente a la capital de la nación. Los
defensores no llegaban a doscientos y los atacantes se aproximaban ya a los tres mil. El
general Bernardo Reyes Al mando de su tropa llegó a la Plaza de la Constitución y colocándola frente
alPalacio exigió la rendición de los defensores. Probablemente Reyes, sobreestimando la
influencia de su prestigio militar se engañó una vez más, al pensar que su presencia
bastaría para el logro de sus fines y que la rendición se obtendría sin
derramar una sola gota de sangre. Una descarga cerrada de los defensores fue la
respuesta a su requerimiento. El tiroteo se generalizó por brevesmomentos. El general
Reyes cayó de su caballo, muerto instantáneamente por certero balazo en la frente. Los
rebeldes se retiraron en desorden, quedando el Palacio Nacional en manos de los leales.

Félix Díaz y Manuel Mondragón, que habían permanecido a la retaguardia, se dirigieron
un tanto desalentados por su primer fracaso a la Ciudadela,. Ahí no
encontraron resistencia los infidentes yestablecieron en condiciones óptimas
.
La lucha comenzó muy luego entre los dos bandos uno de tantos días, Huerta ordenó a un regimiento de rurales, maderistas probados, al mando del coronel Castillo, que atacara de frente, a pecho descubierto, la Ciudadela. Esto sin que la artillería hubiera antes preparado el asalto y sin haber organizado la ofensiva general. El coronel Castillo obedeció y selanzó con su tropa a la muerte. Parece que los felicistas habían sido avisados del estúpido ataque. Estaban preparados y barrieron con fuego de ametralladora a los infortunados, leales y valientes atacantes. .
En los primeros días de la decena trágica, el señor Madero, dando una vez más prueba de
su valor inquebrantable, fue a Cuernavaca para traer a México al general Felipe Ángeles que dirigíala campaña contra los zapatistas.
Ángeles era uno de los jefes militares más prestigiados por su capacidad y honradez.
Llegó a la ciudad de México con parte de sus tropas sin pérdida de tiempo ; pero Huerta,
Sabiendo que seería siempre leal al Gobierno, le señaló un puesto secundario desde el cual no podía hacer daño con sus cañones a los defensores de la Ciudadela.

Por otra parte, crecíala desconfianza en la lealtad de Huerta, El domingo 16, el presidente
Madero, quizás porque comenzaba a desconfiar de Huerta, lo llamó a su despacho para
preguntarle cuándo iba a ser por fin el anunciado asalto general que acabara de una vez

por todas con la rebelión
Mientras en las refriegas inútiles morían decenas de hombres, el representante
diplomático “de la gran...