Bulling

LA CENICIENTA BULLYING FAMILIAR

Érase una vez un capitán de navío que vivía con su esposa y su hija, un día una epidemia se respondió por el campo y la esposa cayo gravemente enferma. Entonces llamo a su lado.
_Hija, muy pronto muy pronto dejare este mundo –dijo con voz débil-. Pero no llores. Siempre estaré a tu lado como una paloma sobre tu hombro. Prométeme que nunca perderás laconfianza y la fe.
Después de decir estas palabras, beso la mejilla de su hija y murió. Había pasado un año, cuando el capitán decidió contraer matrimonio con una viuda que tenía dos hijas Hortensia y Clotilde a quienes trataba como princesa. Pero entre más les daba, mas caprichosas y consentidas se volvían, y su manera antipática de ser la hacía ver aún más feas de lo que realmente eran.
La nuevafamilia de la joven la miraba con envidia pues se daban cuanta lo hermosa que era. ¡Como detestaban su belleza dulzura! Cuando el capitán no estaba, le hacían quitar su fino vestido y sus finos zapatos y la obligaban a trabajar como criada.
Desde el amanecer hasta el atardecer, tenía que cocinar, limpiar, fregar y, como si fuera poco tenía que coser los vestidos de sus hermanastras. Además, tampocole permitían dormir en su lecho, sino en un jergón de paja en la cocina en medio de cenizas. Por eso la llamaban Cenicienta.
A pesar de que era tratada despiadadamente, la joven nunca se quejaba, ni siquiera su padre en los pocos días del año que el pasaba en casa.
_! Cenicienta tráeme el desayuno! –gritaba Hortensia desde su lecho.
_! Cenicienta, limpia mis zapatos! –Ordenaba Clotilde.Durante todo el día, la pobre Cenicienta cocinaba, limpiaba y fregaba los pisos y cuando llegaba la noche, estaba tan cansada y adolorida que caía rendida en sus harapos.
Un día la familia recibió una invitación al baile del palacio. El príncipe quería reunir a todas las jóvenes del reino para elegir a su esposa.
_Debemos lucir nuestros mejores trajes –declaro la madrastra.
_Yo me casare con elpríncipe –anuncio Hortensia
_Tu ¡Pero si eres horrible! –dijo Clotilde.
Siguieron discutiendo hasta que su madre ordeno que se callaran.
_ ¡Lo que dicen no tiene sentido! –les dijo-. Van a conocer al príncipe y estoy segura que escogerá a alguna de ustedes dos. La otra vivirá en el palacio, hasta que encuentre a otro hombre encantador.
_! Y Cenicienta vivirá con los ratones en el establo!–exclamante riendo sus hermanastras.
Cenicienta estuvo más ocupada que de costumbre, alistando todo para el baile. Cosió. Bordo los trajes de sus hermanastras, las peino, plancho las crinolinas y brillo las joyas. Cuando hubo terminando, pregunto a su madrasta si ella podría ir al baile.
_Supongo que vas a lucir tus andrajos –le dijo con una sonrisa de desprecio.
_! Oh no! Arreglare un viejo vestidoque tengo –dijo cándidamente Cenicienta-. No será tan hermoso como los de ustedes, pero será un vestido aceptable.
La madrastra sin decir una palabra, se dirigió hacia la cocina, tomo un saco de lentejas y lo arrojo al fogón.
_Vendrás con nosotras Cenicienta, si terminas de recoger todas esas lentejas. –le dijo y después dejo escapar una cruel carcajada-.
Cenicienta se acercó a la ventana yllamo a sus amigos los pajaritos. Todos ellos la querían mucho porque siempre les daba migas de su plato. Entraron por la ventana y le ayudaron a recoger hasta la última lenteja. Cenicienta llevo el saco a su madrastra.
Niña acaso nos has entendido cuál es tu lugar en ti familia –dijo su madrastra-.
Lentejas o no tu no iras al baile. -¡Eres sucia y miserable! Tu lugar está junto al fogón, no en elbaile con las nobles damas. Sin decir una palabra más, la madrastra y sus dos hijas subieron al carruaje y partieron hacia el baile.
Cenicienta corrió a sentarse junto al fogón y se puso a llorar, pero se acordó de lo que había dicho su madre.
_No debo estar triste- dijo en voz alta, dirigiéndose a las ardillas y a los pajaritos que se encontraban cerca de la ventana-. Solo que hubiera sido...