Bullying -la violencia en la infancia y en la adolescencia

LA VIOLENCIA EN LA INFANCIA Y EN LA ADOLESCENCIA
El fenómeno llamado bullying
SUSANA PERALES LAVIN

INTRODUCCIÓN

Por la complejidad intrínseca de la violencia, es necesario abordarla desde diversas miradas o enfoques para su comprensión. Los campos del saber que se entrecruzan para hacer frente a la emergencia de la violencia son, entre otros: el jurídico, el psicológico, el político, elmédico, el sociológico, y el psicoanalítico, donde cada uno aporta su especificidad desde sus referentes teóricos y metodológicos. Mi abordaje es desde las teorías del psicoanálisis.

Hace no pocas décadas, el Instituto Internacional de Cooperación Intelectual organizó un intercambio epistolar entre intelectuales representativos de la época, sobre temas para servir a los intereses de la vidaintelectual. De las primeras personalidades a las cuales se dirigió el Instituto fue Albert Einstein, y él mismo sugirió como interlocutor a Sigmund Freud, quien aceptó de inmediato. Por lo sorprendente es su actualidad traigo a este trabajo algunos fragmentos de las mismas. Einstein, en su carta, plantea a Freud su preocupación por la guerra y la violencia humana haciéndole algunas preguntas, de lascuales elegí dos. “¿Hay algún camino para evitar a la humanidad los estragos de la guerra?”, “¿Es posible controlar la evolución mental del hombre como para ponerlo a salvo de las psicosis del odio y la destructividad?”

Freud le responde y en su carta, entre otras cosas, retoma el tema de la pulsión de destrucción que ya había publicado en algunos de sus trabajos sobre temas sociológicos. EnDe guerra y de muerte. Temas de actualidad (1915), en El porvenir de una ilusión (1927) y en El Malestar en la cultura (1930). “La pulsión de destrucción, le escribe Freud, no es apreciada en toda su significatividad. La pulsión de destrucción trabaja dentro de todo ser vivo y se afana en producir su descomposición, en reconducir la vida al estado de la materia inanimada, y merecería el nombre deuna pulsión de muerte”.

Freud, en su práctica clínica, al escuchar a los pacientes en sus autorreproches, el masoquismo, los sentimientos de culpa y los actos violentos hacia sí mismo y hacia otros; en su lectura de las grandes obras literarias y poéticas; así como los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial, va conceptualizando las pulsiones del ser humano que son de dos clases:“aquellas que quieren conservar, reunir y crear, las llamadas eróticas o sexuales, -no en el concepto popular de sexualidad, sino en el concepto psicoanalítico-.Y otras que quieren destruir y matar; a estas últimas, dice Freud, las reunimos con el título de pulsión de agresión o de destrucción. Es la trasfiguración teórica de la universalmente conocida oposición entre el amor y el odio”.

“Cada una deestas pulsiones es tan indispensable como la otra: de las acciones conjugadas y contrarias de ambas, surgen los fenómenos de la vida. Nunca una pulsión perteneciente a una de estas clases, puede actuar aislada; siempre está conectada con cierto monto de la otra parte, que modifica su meta o en ciertas circunstancias es condición indispensable para alcanzarla”. La pulsión de vida, deautoconservación es sin duda de naturaleza erótica, pero justamente necesita disponer de la agresión, si es que ha de conseguir su propósito. Por ejemplo, la pulsión de amor dirigida a objetos requiere un complemento de pulsión de apoderamiento, si es que ha de tomar su objeto.

En las acciones humanas, podemos entrever que en general confluyen ambas pulsiones para posibilitar la acción. Acciones derivadas porvarios motivos, que pueden ser motivos nobles y vulgares; por ideologías; por creencias… y entre ellos se cuenta el placer de agredir y destruir. Innumerables crueldades de la historia y de la vida cotidiana confirman su existencia y su intensidad. “Muchas veces, dice Freud en su misiva, cuando nos enteramos de los hechos crueles de la historia, tenemos la impresión de que los motivos ideales...