Carcel De Mujeres

INTRODUCCIÓN

El sistema penitenciario en nuestro país, cada vez se va agravando más, lo cual  es realmente preocupante, y es justamente por esta razón que no podemos dejar de lado el estudio, de una de las cárceles más descuidadas que existen en Quito, la misma que tiene muchos problemas, que de hecho son bastante graves, entre estos tenemos: la insalubridad, el hacinamiento, la malainfraestructura, y sobre todo, la falta de medios suficientes para la correcta rehabilitación de las personas que se encuentran allí, de modo que cuando hayan cumplido la pena a la que fueron condenadas, puedan ser personas que sirvan para el correcto progreso de la sociedad y mas no para su retroceso.
Si examinamos, desde una mirada de género, las relaciones de poder que se establecen dentro de loscentros penitenciarios, nos daremos cuenta que sin duda alguna dentro de cualquier cárcel y no precisamente solo las de mujeres, existen grupos dominantes de reclusos que dominan al resto. Y es de acuerdo a este propósito que la intención de nuestro grupo de trabajo ha sido abordar de la manera más completa posible la problemática de las mujeres encarceladas, por lo que hemos dividido este estudio entres ejes que serán trabajados independientemente por cada uno de nosotros: la cotidianidad, lo institucional, y la supervivencia; los mismos que están articulados a una gran pregunta ¿Cómo se reproducen, transforman o resisten las relaciones de género en la interacción reclusas – institución dentro de los centros penitenciarios de mujeres del Ecuador.
En este nuevo contexto que refleja lascondiciones particulares de la experiencia carcelaria de las mujeres, llama la atención que aún sigue siendo bastante bajo el número de encarceladas frente al número de varones, en nuestro país las mujeres representan el 10.17% del total de la población penitenciaria (según datos de la DNRS 2004). ¿Por qué sucede esto? ¿Por qué las mujeres delinquen menos que los hombres? El cuestionamiento delfeminismo al derecho y específicamente al derecho penal se centra en que ambos son un compendio que funciona como una de las formas de control social. Para  Graciela Otano (2000) en una cultura de corte decididamente masculino, no puede menos que esperarse que también el derecho contenga componentes androcéntricos, no obstante, el sistema penal es sólo una de las formas posibles de control. Teniendo encuenta el papel que se le asigna a las mujeres en nuestra sociedad, los espacios de control más fuerte no son los del sistema penal, sino el control informal que tiene una mayor eficacia para condicionar el accionar femenino, el cual debido a la intensidad y diversidad de formas en que se manifiesta, es  sustentado por las mismas mujeres como agentes reproductoras de pautas de control. Por lo tanto,el peso de la ley acostumbra a recaer en mujeres que no tienen ninguno de los controles tradicionales o que provienen de sectores en los que el control informal es más lábil y el control institucional más férreo (Otano 2000: 132 - 134). Es así que el Sistema Penal se encarga únicamente del pequeño porcentaje de mujeres transgresoras que no se sujetan al control informal, quienes por esta razónson juzgadas más duramente por la sociedad no solo en el aspecto moral, sino también por leyes sexistas que aún están vigentes en los códigos penales de muchos países como los latinoamericanos. “La desigualdad tiene mucho que ver con los estereotipos de género que hacen que las conductas de extrema violencia sean vistas como más aberrantes en la mujer, lo que a su vez provoca que el repudio socialsea mayor y las sanciones que recibe más severas”. (Azaola 2004: 9).





Capítulo I

1. El problema

1. Planteamiento del problema

La crisis del sistema carcelario en la Cárcel de Mujeres de Quito se ha ido agravando progresivamente, sin que aparezca en el horizonte una salida relativamente clara. La indolencia oficial e incapacidad de los gobiernos para afrontar la situación se...