caro
Monterrey Nuevo León, 27/09/2013 San Manuel Bueno, mártir
Miguel de Unamuno
Introducción
Pertenece al género narrativo, se trata de una novela breve donde los hechos se suceden muy deprisa. El texto es narrado en 1ª persona por lo tanto es unrelato de memorias, las de Ángela Carballino. Pertenece a una novela corta, la acción está muy concentrada, los hechos se dan rápidamente y conflicto se desarrolla pronto. Se da una rápida conversión de Lázaro “Don Manuel tenía que contener a mi hermano en su celo y en su inexperiencia de neófito”
Ángela es una chica de un pueblo llamado Lucerna de Valverde, que estudió en un colegio de monjascon el dinero de su hermano Lázaro, fuera de su pueblo. Cuando terminó los estudios volvió a Lucerna, donde conoce al nuevo párroco del pueblo, Don Manuel. Pero cuando Ángela cumple veinticuatro años, Lázaro regresa al pueblo (estaba en América), y quiere llevarse a su hermana y a su madre a América con él, pero no llega a conseguirlo y se queda en el pueblo. Lázaro tiene grandes diferencias conDon Manuel, pero cuando Lázaro descubre su secreto forman una amistad, cosa que le resulta extraña a Ángela y al resto del pueblo. Ángela empezará a sospechar del secreto de Don Manuel. El último deseo de Don Manuel es que la gente tenga fe y, así, mantener la esperanza; a pesar de que él no tenga esa fe, y tampoco esa esperanza. Pide que no se entere nadie de su secreto ya que para él, era muyimportante creer en la vida para creer más tarde que hay algo después de la muerte. A petición de Don Manuel, se le lleva a la Iglesia en sus últimos momentos para despedirse de su pueblo. Tras la muerte, Lázaro visita todos los días la tumba, y finalmente, muere. Ángela, después de su muerte, escribe toda esta historia, esperando que nadie descubra el secreto de Don Manuel.
Novela
Ahoraque el obispo de la diócesis de Renada, a la que pertenece esta mi querida aldea de Valverde de Lucerna, anda, a lo que se dice, promoviendo el proceso para la beatificación de nuestro Don Manuel, o, mejor, san Manuel Bueno, que fue en esta párroco, quiero dejar aquí consignado, a modo de confesión y sólo Dios sabe, que no yo, con qué destino, todo lo que sé y recuerdo de aquel varón matriarcalque llenó toda la más entrañada vida de mi alma, que fue mi verdadero padre espiritual, el padre de mi espíritu, del mío, el de Ángela Carballino.
Al otro, a mi padre carnal y temporal, apenas si le conocí, pues se me murió siendo yo muy niña. Sé que había llegado de forastero a nuestra Valverde de Lucerna, que aquí arraigó al casarse aquí con mi madre. Trajo consigo unos cuantos libros, elQuijote, obras de teatro clásico, algunas novelas, historias, el Bertoldo, todo revuelto, y de esos libros, los únicos casi que había en toda la aldea, devoré yo ensueños siendo niña. Mi buena madre apenas si me contaba hechos o dichos de mi padre. Los de Don Manuel, a quien, como todo el mundo, adoraba, de quien estaba enamorada -claro que castísimamente-, le habían borrado el recuerdo de los de sumarido. A quien encomendaba a Dios, y fervorosamente, cada día al rezar el rosario.
De nuestro Don Manuel me acuerdo como si fuese de cosa de ayer, siendo yo niña, a mis diez años, antes de que me llevaran al Colegio de Religiosas de la ciudad catedralicia de Renada. Tendría él, nuestro santo, entonces unos treinta y siete años. Era alto, delgado, erguido, llevaba la cabeza como nuestra Peña delBuitre lleva su cresta y había en sus ojos toda la hondura azul de nuestro lago. Se llevaba las miradas de todos, y tras ellas, los corazones, y él al mirarnos parecía, traspasando la carne como un cristal, mirarnos al corazón. Todos le queríamos, pero sobre todo los niños. ¡Qué cosas nos decía! Eran cosas, no palabras. Empezaba el pueblo a olerle la santidad; se sentía lleno y embriagado de su...
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