Carta A Nuestros Padres

CARTA A MIS PADRES Y HERMANOS EN LAS BODAS DE ORO

No os preocupéis que “no hay mal que cien años dure”. En fin, perdonad la broma, pero es bueno comenzar con unas risas, hoy es un día festivo y de emociones muy diversas y de tantos y tantos recuerdos. Unos serán de colores vivos, otros quizás en blanco y negro., pero el caso es que os sentís profundamente agradecidos por tanta dicha, podíahaber sido mejor, también peor, así que dejémoslo como está. No importan las nubes o las preocupaciones, porque vuestra luz, vuestra felicidad os nace de dentro. Y no podéis ni debéis evitar sentir un especial orgullo.

Mirad ahora a vuestro alrededor y también al cielo, por los que se fueron, a toda esta familia que os quiere. Da gusto. Y todo fruto del amor. De la entrega y de la llama. De laternura y del trabajo. Del cariño y de la paciencia. Y de la sobrenatural misericordia de Dios. Todo comenzó con aquella primera mirada, de la que ya jamás habéis podido prescindir. Con aquella atracción que poco a poco fue cimentándose en vuestro corazón. Y digo corazón, en singular, porque vosotros sois un único corazón, una única comunión de vida, de amor. Sois un verdadero milagro de felicidad.Es decir, de fidelidad. Una lealtad puesta a prueba durante el horario de vuestros días. Porqué aunque ahora no se quiera creer el amor es sobre todo una constante lucha y un desafío. Porque cuesta ceder de nuestro egoísmo y entregarnos en cada momento, sin rodeos. El amor exige esfuerzo, lo otro es un paripé. Lo vuestro ha sido un ejemplo constante de amor verdadero.

Cincuenta años.Cincuenta años donde os habéis ido enamorando con la madurez que da el alma, la rutina y las trastadas de nosotros, vuestros hijos que no han sido pocas. Cincuenta años que es como si acabaran de comenzar, tan jóvenes os veo, no es posible que tanto milagro haya sucedido. Pero ahí lo tenéis, a vuestro lado, mirándoos sin pestañear o apartándose de los ojos alguna que otra lágrima. Es vuestra familia, lanuestra, lo que sembrasteis que ha dado sus frutos.

No todo ha sido de color de rosa. Ha habido circunstancias duras, avatares en los que parecía que ya no podíais más. ¿Lo más fácil? Rebelarse contra Dios y abandonar el camino. Dejarse llevar por la pereza, o por el brillo fugaz de una quimera. De cualquiera, da igual. Y rendirse a la tentación de turno. Pero el amor es tenaz si se sustenta enla esperanza y en la sinceridad mutua. Os habéis apoyado el uno en el otro, a veces sin ganas, sin palabras casi. Quizá sin entender del todo el sentido de la contrariedad o de la renuncia. Sin embargo es sobre esas renuncias y esas contrariedades sobre las que se sustenta la realidad de este día, su maravilla y vuestro amor.

El amor, el amor… el amor es decir si de nuevo (para toda la vida),el amor es cincuenta años cazando el perdigón sin escopeta, el amor está en cada escalón subiendo “el mundo” o el “ABC” en la Caleta. El amor eres tú papá, (recuerdo también a Juan Pedro dándose cabezazos, los dos llorando sin consuelo, padre e hijo muriendo de dolor en aquel duelo) viendo a mamá luchando contra el cáncer, ganándole a la muerte la partida y tu rezando desesperado en la capilla,pidiéndole a Dios, déjamela a mi lado, la necesito cerca. ¿Qué ofrecerías papá, cual sería tu promesa o es que quizás Dios se asomó a tu alma y vio que tú tan hombre cual niño te flaqueaban a ti, papá, las fuerzas? Y como el tiempo para Él es atemporal, es infinito pensó, ciento cincuenta años más qué más da, ya tendré yo a Luchimila toda una eternidad; sin fuerzas aquella vez y ahora ya ves,como un roble después de ganar la partida a dos canceres, que ejemplo nos has dado, que enfermo has sido y tú Lourdes y Consuelo que bien os habéis portado, siempre a su lado.

También amor es abuelo Juan y abuela Antonia y tía Pilar, el francés de tía Nieve y, la campana, tío Carlos, tía Carmen y también mi mi madrina, aprender a nadar en la piscina, ¿Quién se comió hoy la tortilla? El amor es...