Chile También Baila...

Chile también baila…

Estaba yo en mi año de colaboración, un año de servicio a la Iglesia Católica por medio del Movimiento Regnum Christi. Vivíamos en una casa de dos pisos ubicada en La Dehesa, un barrio en la comuna de Lo Barnechea, al noreste de Santiago de Chile. Catorce mujeres, entre consagradas y colaboradoras, disfrutábamos de los días de verano en nuestro ritmo habitual. Era unviernes muy tranquilo, común y corriente. Cada una de las integrantes habíamos trabajado en nuestros respectivos apostolados, planeado nuestras próximas agendas y convivido con los equipos de trabajo. Éste era un viernes 26 de febrero de 2010.
Habíamos terminado nuestras oraciones de la noche a las 9:00PM y para las 9:30PM, ya estábamos acostadas con las luces apagadas. En el segundo piso, dormíamoslas cuatro colaboradoras en dos literas. Así que, si una se movía, aunque fuera para cambiarse de lado, la de abajo podía sentirlo también. Ya nos estábamos acostumbrando a estos movimientos. Mientras dormía, empecé a sentir unas fuertes sacudidas y porque mi sueño es bastante pesado tardé en reaccionar. Claramente, al principio pensaba que el movimiento venia de mi compañera moviéndose en lacama de arriba de mi. Eran las 3:35AM del sábado 27 de febrero. En 30 segundos, el movimiento se volvió mas intenso y es aquí cuando volteé a ver el closet y pude ver como se movía toda mi ropa colgada en ganchos de metal. Yo seguía semi-dormida y no alcanzaba a entender que estaba pasando. Escuche a una de las de la litera de enfrente gritar “¡ya deja de moverte!”. Justo en ese instante, salieronlas consagradas corriendo de sus habitaciones y todas entonces nos pusimos de pie y nos volteábamos a ver las caras sin saber como reaccionar.
El movimiento era tan fuerte que la casa empezó a tronar. Aunque las escaleras eran de madera, eran resistentes. En fila y sin empujarnos, empezamos a bajar con mucho cuidado. Parecía que habían pasado 20 minutos en todo este tiempo, cuando apenas un minutohabía transcurrido. Estando abajo, Marcela, una de las consagradas intentaba sacar las llaves del cajón del mueble de la entrada. Era tan fuerte el movimiento que las cosas dentro del cajón parecían tener vida, brincaban y se movían de un lado a otro. Logramos salir todas por la puerta pero de ahí, seguía una puerta eléctrica que por el apagón no pudimos abrir. Estábamos entonces encerradas entreuna puerta y otra, al aire libre. El terremoto duró 3 minutos con 25 segundos. En este lapso, me dio tiempo de mandar mensajes a mi familia desde mi celular avisando que estaba temblando, pero que no se fueran a asustar, que todas en la casa estábamos bien. Veíamos como los arboles se movían con intensidad, la calle provocaba unas ondas extrañas, las ventanas se agitaban con fuerza y nosotras nostambaleábamos de un lado a otro evitando perder el equilibrio. El movimiento terminó y unos minutos después, sin imaginarnos la gravedad que este temblor había causado, volvimos a la casa para tranquilizarnos una a otra. Nos sentamos en la sala, comíamos galletas y leche mientras esperábamos la señal de un radio para poder informarnos de lo que acontecía en esa noche de un Santiago vacío. Unahora después, volvimos cada quien a su cama y en ese instante, una replica. Me levanté de la cama como resorte lista para correr al jardín cuando dejó de temblar. Lo que sentía yo no era miedo, sino incertidumbre y ansiedad de no saber como reaccionar o que era lo mas seguro de hacer en esos casos. Yo soy de Durango, una ciudad al norte del país, un lugar que por su geografía, no es propenso amovimientos tectónicos. Jamás había experimentado un movimiento como éste.
Al día siguiente, poco a poco nos fuimos enterando de la gravedad del asunto. Gracias a los medios de comunicación, podíamos conocer que era lo que realmente había pasado, cuales eran las zonas afectadas, cuantos muertos o desaparecidos habían, etc. Era verano en Chile, la gente vacacionaba en las playas y muchos estaban...