Cien años de soledad
Índice
Árbol genealógico de la familia Buendía.
Prólogo
Introducción
Los niveles elementales de la lectura
I. Relaciones de parentesco; 1. Parentesco por filiación; 2. Parentesco por adopción; 3.
Determinaciones de edad, sexo y línea de parentesco dentro del par filiación/adopción;
4. Parentesco por alianza. II. El mito de Edipo
Primera inscripción
I. Nacimiento de la ficción
Primer retroceso; Segundo retroceso; Tercer retroceso.
II. Los dos primeros pares
Primer par; Segundo par; Sistema de los dos primeros pares; Clases de oposiciones en el
interior del sistema.
Intervalo
Dos conjuntos lingüísticos
Modo de construir el discurso narrativo
1
Intervalo Dos conjuntos lingüísticos
Segunda inscripción
I. Los dos últimos pares
Tercer par; Sistema de los gemelos; Último par
II. Los dos conjuntos: campo de lo axiológico
III. La doble inscripción
IV. El fin: cierre de la ficción
2
Árbol genealógico de la familia Buendía
3
Prólogo
I
Este libro se escribió sobre una serie de rechazos. Por un lado contra un tipo de crítica judicial y sociológica de la literatura que se fundaba en la unicidad absoluta de los
sujetos escritores (y eran los escritores, y no la literatura, su verdadero objeto): leía del
mismo modo las ideas de un poema, los gestos, una declaración pública o un
desplazamiento y se apoyaba, para juzgar al sujeto, en su origen de clase y en los vaivenes de su biografía. Para esta crítica no existían campos diferenciados de prácticas,
posiciones variables ni instituciones como marcos de transformación de los discursos.
Contra esta tendencia tratamos de reivindicar la lectura de un texto singular y quizás
microscópica; la idea de que la ideología se relaciona mucho más con los programas narrativos y textuales, con las configuraciones de la sintaxis, las posturas diversas de los
sujetos y las demandas de lo que se lee como literatura.
Por otro lado un tipo de crítica estética y ornamental que deseaba fundirse con
la literatura y exhibía escasas y dispersas ideas, pero sobre todo otra subjetividad
privilegiada: esta vez la del crítico. Él era capaz, por un sistema intransmisible, por pura
lucidez intuitiva, de leer la verdad. Contra esta lectura tratamos de valorar la
objetividad, un estilo remoto e impersonal, la desaparición del crítico bajo un texto que
parece leerse a sí mismo o que parece ser leído por una colectividad posible.
El conocimiento es polémico y estratégico. Los restos que deja una lectura analítica, sus vacíos y puntos ciegos, remiten a los rechazos y también a lo que vendrá.
(Una vez formalizado el texto e inscripto en cierta teoría queda un resto no totalizable,
no semantizable, no representable; ese resto –el “desperdicio” del texto‐ es diferente
según el sistema de análisis, y llevó a pensar en una inagotabilidad del objeto o en una
multiplicación indefinida de los caminos de la lectura.) Los residuos resistentes
constituyen la historicidad de la crítica: forman el núcleo y la materia de las lecturas
futuras. Lo que en esta lectura de Cien años de soledad no encuentre explicación, lo que
niegue por lo tanto el fundamento mismo del modo de leer, será el punto de partida de
otras lecturas construidas quizás sobre el rechazo de la categoría “texto” como objeto
4privilegiado, sobre la negación de la función interpretativa del crítico y su pretensión de
objetividad, sobre la necesidad de trascender una lectura unitaria y unificante y de
construir otro concepto de contexto. No hay como los resquicios del presente para
entrever el movimiento de la historia.
II
Una corriente crítica puede enfrentar a ...
Regístrate para leer el documento completo.