Cobro De Sangre

…Adiós viejo, adiós Eunice, gracias por todo, los amo con todo mi corazón.
Por fin todos somos libres.
Giró y giró mientras tiraba las cenizas al viento, era una danza alocada, desenfrenada, improvisada. Con los brazos abiertos de par en par, gritando como si un espíritu travieso se hubiera apoderado de todo su ser. Las bolsas quedaron vacías y Samuel, ahogado, paró y se quedó mirando el mar,mientras tomaba bocanadas de aire (…)
Era tarde y el sol del ocaso sobre el mar extenso le recordaba en el ardor de sus ojos, que tal vez era hora de irse, de partir de nuevo, quizá lejos de sí, pero cercano a la libertad. Samuel emprendió la marcha como un zombie moderno, uno que camina movido por una fuerza desconocida, inundado por algo más grande que él mismo.
No fue mucho el tramo queanduvo solo y pensativo, acaso liberado; cuando sus ojos se salieron del infinito para enfocarse en una imagen fuerte, profunda, llenadora, como divinizada, santa y en definitiva extraña. Detalló primero en el cielo transparente de la Guajira y sintió ese mar con un oleaje tranquilo y una espuma brillante en la playa. El desierto, esa inmensidad de arena que se perdía con sus culpas y su vidacansada hasta la línea del horizonte, era cierto, el demonio que lo poseía, había sido exorcizado al fin y era él quien divisaba a lo lejos aún con el sol en los ojos y la vista agotada, las sombras difusas de un animal y un hombre.
No podía pensar en nada con claridad, pero estaba encantado, como hechizado por aquel espejismo que nacía de la nada para convertirse en todo, todo lo que él veía. Lashuellas de la arena tenían memoria y en ella se guardaban las pisadas fuertes y decididas de un hombre con una misión, acaso un sueño despertado, y su animal aunque delgado, parecía cargar con un peso ajeno pero liberador; sin embargo no veía nada más que aquellas dos figuras.
No supo cómo ni en qué momento llegó hasta allí, tan deprisa, no percibía antes ni después, solo el ahora que estabacargado con un aire de fantasía, se respiraba esperanza y la inquietud era una con su pensamiento.
-¿Hola?-preguntó Samuel aún dudoso de que aquella imagen fuera más que un invento de su imaginación.
-¿Buenas tardes señor, está usted bien?- inquirió aquel hombre mientras acariciaba el pelaje de su animal.
Samuel cargaba con una cara de incredibilidad intensa, su rostro estaba poseído por unamezcla de emociones única, exquisita, que lo hacía parecer un alucinado en medio de un sol que abrasaría la cordura de cualquiera hasta la inconsciencia.
-Estoy bien, -dijo sorprendido Samuel-, yo… no sé qué decir, estoy…
-¿Impresionado?, ¿Conmovido? .No se preocupe maestro, creo que puedo entenderlo, mi nombre es Sebastián.
Y el gusto era suyo, Samuel se había encontrado con la inteligenciaen un mundo donde se destacaba sólo la incultura, y se había encontrado con la humildad entre la belleza,- como nacido de la mente o del corazón mismo de un poeta-, un cuadro heroico. Se sintió grande, era un espectador de la odisea moderna, y eran estos personajes (de la vida como literatura); un hombre y un animal, que fuera otrora un barco para Ulises cargado no de gentes, sino de regalos paraellas, cargado de esperanza, cargado de vida, de tiempo, de literatura, eran libros. Libros sobre un burro como metáfora de un país ignorante cargando a cuestas con la sabiduría, sin saber usarla; un letrero que unía dos opuestos, la ignorancia y el conocimiento infinito de los libros; un hombre y una burroteca.
Samuel se sintió como lo hiciera un infiel frente a un soldado en una cruzadasanta, una misión que tenía por Dios a la literatura y por mensaje a los libros. Era un guerrero combatiendo al mundo con letras, un ilustrado en un mundo oscuro.
Luego de hablar con él, y de escuchar sobre Saúl, quien en tiempos quizá remotos (o al menos más atrás que el suyo), fuera el fundador, eje principal de la burroteca, y quien le entregara esa misión divina; escuchó cómo un hombre, un...