Cocinando El Cine

Cocinando el cine
La película de Alfonso Arau, Como agua para chocolate, basada en la novela de la Laura Esquivel, la habré visto por primera vez en Morelia, Michoacán, México. Es posible que hayasido al menos tres años después de ser estrenada, quizá en 1995.
       La escena final que en los años de mi adolescencia era el ideal cursi, meloso, pasional de la consumación del amor, hoy sepresentó como el pretexto para reírme no sólo del final perfecto  para un película estrenada durante las negociaciones del TLC, sino también, creo, de mi misma y de una generación de algún modo marcada pormelodramas culinarios. Habrá sido en 1998 cuando un amigo de Minatitlán, Veracruz me confesó que un noche, en la cochera de sus padres, había lleanado el pequeño espacio con velas y llevado a sunovia, a escondidas y a altas horas de la noche: Como agua para chocolate, y no se casaron, claro está.
        Probablemente en 1995 yo también me sentí orgullosa de ser mexicana y acepté cierta ideapatriótica definida por la comida; la pasión; la independencia femenina; la violencia implicita, limpia (sin sangre) y valiente; la elasticidad de las tradiciones y la subversión de las mismas; labelleza de los paisajes del norte de México. Es probable que también haya logrado consumir y digerir la idea de los gringos como seres benignos, inteligentes, aunque no muy guapos; y la presencia dehombres mexicanos sensuales y por los que se debe morir. Y es precisamente está lista programática, esquemática, estereotipada la que consumó el éxito internacional de Como agua para chocoloate.
      Dentro del marco del TLC Como agua para chocoloate promueve y confirma el potencial de México para trinunfar internacionalmente, esto es, en los Estados Unidos (¿cuál fue la recepción de la película enCanadá?). La cultura se presenta en el film y en el TLC como algo "cocinado," hecho, creado, preparado por las mujeres y que puede ser consumido por turistas nacionales e internacionales (gringos)....