comida
La persistencia de estos hechos no es privativa de ciertos grupos sociales, sino que ocurre en
todo grupo social. Es decir, en todo centro escolar existe enmayor o menor grado. Dependiendo
del contexto social y de la edad de los muchachos tomará unas formas u otras, será más intenso
o menos, abarcará a más o menos individuos. En todo caso siempresimbolizará un abuso de
poder por parte de los más fuertes, o aquellos que se hacen más fuertes al acorralar a la víctima
y ostentar su dominación ante los demás compañeros. Es lo que Rosario Ortega en elcapítulo
dos ha denominado «el esquema dominio-sumisión».
Mucha información sobre las características de estos incidentes proceden de cuestionarios
anónimos. Las acciones intimidatorias sonjustificadas por los jóvenes de diferentes maneras.
Fernández y Quevedo (1992) tras revisar unas mil redacciones realizadas por alumnos de
catorce-quince años en las que narraban historias vividas en su andaduraescolar o bien
personalmente o de conocidos y/o amigos, consiguieron establecer unas categorías de razones,
tipos o prototipos de los participantes en la agresión. Los alumnos tendían a incluir unacausa,
que justificaba las agresiones, un algo a menudo en la víctima que le hacía diferente y que
constituía la causa de la agresión. En otras narraciones describían a los agresores y sus métodos
deagresión. Se constataron los papeles de víctima y de agresor y salió a relucir el caso de
agresor-víctima que diferentes estudios (Olweus, 1978; Ortega Merchán, 1997) constatan
estadísticamente. Losprototipos de causas exteriores que explican los hechos para los alumnos
son diferencias debidas a gordura, defecto físico, delgadez, pobreza-suciedad, vestimenta
inadecuada (no ir a la moda), racismo,ramificaciones familiares (enfrentamiento entre las
familias de los involucrados), ruptura de pareja, delegado, empollón, homosexual, buscona y
agresiones profesor-alumno, alumno-profesor....
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