como sacar partido como profesional

Cómo sacar partido, como profesional, al consumo colaborativo
La compra venta de productos y servicios entre particulares está dando un vuelco a muchos sectores tradicionales: transporte, ocio, turismo... Te decimos cómo aprovecharte de él.
Pilar Alcázar 20/08/2014
l llegada de Uber a España, una aplicación que permite que ciudadanos particulares se pongan en contacto con otros paratransportarles dentro de la ciudad y cobrando por ello, como un taxi particular, ha puesto en el ojo del huracán a los negocios de economía colaborativa (basados en el intercambio de bienes y servicios entre particulares).
Antes ya había levantado ampollas en el gremio hotelero la actividad de Airbnb, una plataforma que permite viajar alojándose en casas privadas de todo el mundo. Y la patronal deautobuses (Fenebus) ha denunciado a BlaBlaCar (una web para compartir coche entre particulares) por competencia desleal.
Son la punta de lanza de un movimiento que se extiende ya a casi todos los sectores de actividad de nuestra economía: movilidad, turismo, restauración, educación, banca, servicios profesionales, etc. Y que como explica Albert Cañigueral, fundador de la web consumocolaborativo.com, esuna forma de consumo que viene de la cultura digital. Internet permite colaborar e interactuar con desconocidos, compartir. Y la crisis ha actuado como un catalizador, ha dado el empuje final para que mucha gente se animara a probar estas cosas”.
España se sitúa, además, entre los primeros países del mundo de esta forma de consumo. “A nivel europeo estamos en el segundo o tercer lugar. Franciaestá a la cabeza, y la segunda posición estaría entre Inglaterra y España”, asegura Cañigueral. Y la cuestión que está sobre el tapete es si se deben prohibir este tipo de actividades o regularlas para que se integren dentro del mercado como un competidor más.
Negocios millonarios
Vaya por delante que aunque estén bajo el paraguas de negocios sociales o de un uso más racional de los recursos,algunos de ellos son multimillonarios. Uber, por ejemplo, está valorada en 13.200 millones de euros y Airbnb en unos 7.200.
Detrás hay también nombres multimillonarios. Google es uno de los inversores de Lending Club, la plataforma de lending (préstamos entre particulares) más importante de EEUU y que está a punto de salir a Bolsa. También Uber tiene el respaldo de Google, además de Goldman Sachs yAmazon. Y, según datos de la propia empresa, un usuario suyo puede llegar a facturar unos 66.000 euros al año. Son negocios en el estricto sentido de la palabra. Y atraen a los inversores privados como la miel a las abejas a pesar de que su futuro es incierto por la falta de regulación. “Han evaluado el punto de la demanda que está creciendo mucho y asumen el riesgo, que en este caso está en laregulación. Pero ellos creen que si invierten se hará más grande y si se hace más grande lo tendrán que regular a su favor. Apuestan en el momento previo a lo que creen que va a ser la eclosión de todo esto. No es una inversión segura pero, si se soluciona el tema de la regulación, será un pelotazo”, asegura Guillermo Ricarte, director general de Creafutur.

El futuro de las plataformas P2Pdependerá de si triunfa una tendencia de consumo o la presión de los sectores amenazados por los nuevos actores en sus mercados.
¿Integrarlas o prohibirlas?
La Comisión Europea ha recomendado no prohibirlas pero ya empiezan a surgir los primeros cotos a estas actividades. Cataluña ha impuesto una multa de 30.000 euros a Airbnb (la primera de Europa) por comercializar oferta ilegal y amenaza con impedirel acceso a la firma desde cualquier IP de la comunidad. Y Bruselas ha inhabilitado la actividad de Uber.
En Cataluña el alquiler de alojamientos particulares sólo está permitido cuando se trata de una vivienda entera. Y la ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT) establece multas de entre 4.000 y 6.000 euros a quienes realicen transporte sin contar con autorización. Pero las...