Conservación y desarrollo
Por Carlos Muench Spitzer
El presente sigue dominando por los de siempre, los poderosos y arrogantes, los primeros en descalificar la opinión ajena, el conocimientoajeno, la perspectiva ajena. ¡Ah, sí!, y el derecho ajeno, gracias Juárez por el recordatorio. De esta actitud de descalificación está plagado el círculo que en México se ocupa de la conservación de lanaturaleza. La vieja polémica entre conservacionistas y desarrollistas no es más que un patético ejemplo, un diálogo de sordos. Los conservacionistas a ultranza son incapaces de ver que no hayconservación posible que no pase por el desarrollo. Los desarrollistas de visión corta no admiten que no hay desarrollo duradero que no pase por la conservación. Esto es, una descalificación absoluta de laperspectiva ajena. La reflexión recién expresada es recogida en el concepto de desarrollo sustentable, que tanto ha permeado el discurso en todos los niveles, entre políticos como entre académicos ytécnicos que operan programas y proyectos, sean gubernamentales o no. Por sorprendente que parezca, la adopción unánime del discurso de desarrollo sustentable no ha cambiado mucho las cosas entre los quepugnan por conservar la biodiversidad de nuestro país, teniendo éste como su objetivo último, y los que en cambio dedican sus esfuerzos a mejorar el nivel de vida de nuestra empobrecida poblaciónrural. A pesar de contar con armas discursivas tan similares, cada vez que estos personajes se juntan, emprenden una lucha de descalificación mutua. Para no parecer juez con ínfulas de neutralidad, debodecir que existe una realidad que los conservacionistas conocen, pero deciden ignorar: la gran mayoría de los recursos bióticos del país son propiedad de los campesinos empobrecidos. El adjudicarse elpoder de decisión sobre la propiedad de otro constituye un desconocimiento del derecho ajeno. Sí, la frase anterior es redundante, pero la repetición parece necesaria ante posturas como la...
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