Cooperativas y Medio Ambiente

LA ECONOMÍA SOLIDARIA: UNA ECONOMÍA SUPERIOR Y AUTÓNOMA.

Nos proponemos en este Curso conocer la esencia de la Economía de Solidaridad, y para ello empezaré con una afirmación general pero incisiva, diciendo que ésta es superior desde el punto de vista humano, desde el punto de vista económico y desde el punto de vista ético, con respecto a otras formas económicas dominantes, especialmente encomparación con la economía capitalista.

La Economía de Solidaridad es también más eficiente, en cuanto a su productividad, al manejo de los recursos, a su capacidad de generar riqueza y de proporcionar satisfacción a las necesidades de los seres humanos.

La Economía Solidaria es, además (y este es un concepto en el que quiero centrarme en esta oportunidad), una economía autónoma.

Quieroaclarar que este concepto de autonomía no es sinónimo de separación ni de construcción al margen o fuera de la realidad económica vigente, sino la afirmación de una que la economía solidaria alcanza un punto de vista superior, y que posee una racionalidad económica propia y especial, que le permite autoconducirse y tomar decisiones con criterios propios, diferentes a los que rigen otros modos dehacer economía.

Decía Antonio Gramsci, hablando de los movimientos sociales, que éstos desarrollan una trayectoria hacia la autonomía, en la cual deben cubrir ciertas fases. La primera de ellas es la de escisión, de separación respecto al sistema imperante, en cuanto se trata de distinguirse, de tomar distancia crítica respecto a la realidad vigente que se pretende cambiar, logrando una actituddistinta y transformadora. Ese movimiento de escisión, dice Gramsci, es la parte más rudimentaria e inicial de la constitución del movimiento social.

La segunda fase, que según él es más avanzada pero aún insuficiente, es la del antagonismo, donde el movimiento ya no solamente se escinde o se separa, sino que se opone y lucha, autoafirmando que la realidad que quiere transformar se le presentacomo su adversario.

Decía Gramsci que estas dos etapas son insuficientes, siendo necesario acceder a un tercer nivel, a una tercera fase, que es la de la autonomía, en la que un movimiento adquiere verdaderamente la posibilidad de ser eficaz en su intencionalidad transformadora, y donde ya no importa tanto diferenciarse, ni se pone énfasis en ser antagónico, sino que se afirma y gana valor elproceso propio, o sea la construcción de la nueva realidad llamada a suplantar a la antigua que aún predomina.

Mi planteamiento es que el movimiento cooperativo y demás búsquedas de economías alternativas o solidarias, han vivido muy fuertemente las dos primeras etapas, pero no han dado el tercer paso, lo que me lleva a afirmar que estos movimientos no han alcanzado su autonomía, habiendo vividoaún subordinados al capitalismo y al Estado.

La fase de la autonomía, según Gramsci, permite superar el temor a la crítica ideológica, y en particular el miedo a ser absorbido por el adversario, porque en la medida que se accede a un lugar, a una posición y a un punto de vista inaccesible a los que se le oponen, pues es un punto de vista superior, se adquiere la capacidad de absorber todoaquello que es positivo, valioso, eficiente incluso en las realidades adversas, y efectuar aquellos aprendizajes que proporciona esa otra realidad.

En este sentido, para el que es autónomo, el capitalismo no es el mal personificado, la ineficiencia pura ni aquello que hay que negar en todo terreno. Por el contrario, quien es autónomo del capitalismo reconoce en éste lo que hay que aprenderle, desus empresas, mercados y procesos. Yo puedo afirmar esto sin ningún temor de creer que estoy siendo capitalista o subordinado, y lo puedo hacer precisamente porque sé que nosotros –la economía solidaria- estamos por sobre el modo capitalista de hacer economía.

Mi llamado aquí es a que reconozcamos que ya no estamos ni en la fase de escisión ni de antagonismo, sino en la fase de conquistar la...