Corrientes Ideologicas En Venezuela
¿Se nos agota el tiempo?[1]
Edgardo Lander
Este texto se propone una lectura angustiada sobre las condiciones que hoy confrontamos en el planeta Tierra, tanto desde el punto de vista de las condiciones de la supervivencia de la vida, como desde el punto de vista de las posibilidades de la construcción de sociedades democráticas, equitativas,culturalmente plurales y diversas, sociedades que vivan en paz, orientadas a la celebración de la vida, no de la guerra, la destrucción y la muerte.
De la multiplicidad de tendencias y procesos a los cuales podría hacerse referencia para la caracterización del tiempo actual, o de la época contemporánea, aquí se abordaran sólo cinco procesos globales que se retroalimentan como principales tendencias queconforman el presente y el futuro de la humanidad y de la vida: 1) las tendencias a la destrucción de las condiciones que hacen posible la vida en el planeta Tierra; 2) la creciente mercantilización de todas las dimensiones de la vida, tanto social como natural; 3) la guerra permanente y la creciente militarización del planeta; 4) el ocaso histórico de la democracia liberal; 5) las múltiples,variadas expresiones de la resistencia, de la re-existencia de pueblos, comunidades, organizaciones y movimientos que desde la más amplia pluralidad de experiencias históricas y culturales en todo el planeta se oponen a estos procesos destructivos y reivindican la vida, la democracia y la diversidad cultural de los pueblos.
1. Las tendencias a la destrucción, a corto y mediano plazo, de lascondiciones que hacen posible la vida en el planeta Tierra.
La más severa de todas las amenazas que hoy confrontan la humanidad y la vida en el planeta tierra es precisamente la destrucción de las condiciones que han hecho posible la vida. Si no se detienen los acelerados procesos destructivos que hoy nos amenazan, si no hay vida, todo lo demás carece de sentido. Las principales amenazas a la vidason hoy claramente una consecuencia de la acción humana, de sus dimensiones demográficas, modalidades de ocupación territorial, de sus modelos y estilos tecnológicos, de sus patrones de consumo, de sus imaginarios y de sus concepciones de lo que constituye la riqueza y la buena vida.
Desde hace décadas, cuando se dieron las primeras señalas de alarma global[2], las tendencias a la destrucción dela vida y la inviabilidad de los actuales patrones de relacionarse los humanos con el resto de la naturaleza son crecientemente conocidas. Basta con leer los principales medios de comunicación para estar al tanto. Se celebran innumerables conferencias y pactos internacionales. Los estudios ambientales y ecológicos ocupan un espacio creciente en el ámbito académico. Se generalizan en todos lospaíses los organismos públicos como los ministerios del ambiente y las leyes y las regulaciones ambientales. Y sin embargo, los procesos de destrucción de la vida, no sólo no se han frenado, sino que se aceleran.
Hay muchas formas de conceptualizar y de evaluar y/o medir el impacto de la actividad humana en los sistemas de vida del planeta Tierra. Hay significativos niveles de incertidumbre ycontinúan las confrontaciones sobre las dimensiones que tienen estos problemas. Lo que parece estar claro es que, más allá de las polémicas en torno a conceptualizaciones y mediciones, desde ya hace algunos lustros los seres humanos, en su conjunto, y por supuesto, en forma extremadamente desigual, estamos utilizando la capacidad de carga del planeta Tierra mucho más allá de su capacidad regenerativa.Uno los esfuerzos más ampliamente conocidos para evaluar estos impactos, es la aproximación de la llamada huella ecológica, esto es, una medida que recoge en forma sintética el impacto humano sobre el planeta, tanto por el consumo de recursos y energéticos, como por el uso de la capacidad de procesamiento de desechos que tienen los sistemas naturales. Esto se expresa en términos de superficie...
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