Cortázar

Homenaje a Cortázar – Charla en ocasión del aniversario de su nacimiento

Gabriela Yocco


En realidad, uno pensaría que si existiera un cielo para Cronopios, en este momento, en su cumpleaños, Cortázar se estaría riendo desde allí.
Sin ánimo de presunción, sé casi con seguridad que no le gustaban para nada los homenajes. Pienso que él los veía como algo acartonado y frío, algo así como unmuseo de Famas. Pero también me gusta pensar que esto en vez de ser un homenaje, se puede transformar en una charla de amigos. Personas que podemos o no discrepar en distintos aspectos ante la figura de Cortázar, no solamente como escritor, sino como escritor y hombre. Entonces me parece que es una de las pocas figuras literarias en la que encontramos una correlación y una coherencia casi perfectaentre vida y obra. Solamente me parece, para señalar esto, alcanzar con mencionar que fue el único que no se enriqueció con el fenómeno del “Boom Latinoamericano”. Siguió viviendo en departamentitos mínimos en distintos lugares de París, fue muy generoso económicamente con todos los exiliados, no solamente argentinos sino que uruguayos y de otras partes de Latinoamérica, durante las dictaduras.Creo que estamos un poco acá para hablar de ese Cortazar también.
Recuerdo con alguna tristeza y también con mucho asombro, que hace algunos años un profesor de la carrera de Letras de la Universidad de Buenos Aires, me comentó que había propuesto hacer un seminario sobre la obra de Cortázar. Y la respuesta que recibió fue que Cortázar era un escritor para adolescentes, que poco valía la penahacer un seminario sobre su literatura.
A él y a mí misma esta respuesta nos dejó atónitos. Pasó un tiempo y cuando comenté con algunos amigos escritores y poetas que respeto mucho, no sólo por su escritura sino por su juicio crítico, que nos habían convocado para dar esta charla, me encontré con algo similar. Los comentarios eran más o menos
como que la obra de Cortázar tiene cierta ingenuidad, unaintención de ser brillante que nunca alcanza. Cuando me dijeron esto, yo simplemente callé porque pensaba y entiendo que la respuesta ante semejantes cosas está en la obra misma de Cortázar, y que lo único que le puedo preguntar a esa gente es cuánto hace que no leen a Cortázar, simplemente. No consideré que tenía el derecho de convertirme a mí misma en defensora de Cortázar, para nada. Cortázarse defiende solo, con su obra.
La irreverencia de Julio -lo vamos a llamar así porque es un amigo- no solamente significó una ruptura con la concepción tradicional de la novela. Pienso en Rayuela, en 62 modelo para armar, en el Libro de Manuel; a pesar de las críticas no sólo literarias sino también de compañeros militantes. Creo que la trascendencia de esa ruptura como un modo de denuncia anteun sistema que el consideraba opresor y que lo convirtió en un exiliado “voluntario”, luego obligado por la dictadura.
Pero aunque tanto y tanto se escribió acerca de la obra y de Cortázar y estamos acá para hablar de él y recordarlo, igual me parece imprescindible hacer algunas consideraciones acerca del género.
Para Cortázar el arte en su totalidad debía ser un arte subversivo, vale decir laviolación de los límites y de las ideologías restrictivas impuestas por un orden punitivo y censorio, es decir desoír la razón de Estado. En otras palabras, rebajar lo permisible y transgredir lo decible.
En estas afirmaciones resuena el Manifiesto Surrealista y ciertamente es una de las fuertes influencias, conscientes influencias de Cortázar, al mismo tiempo que vamos a abordar más adelante de laFilosofía Zen.
Él mismo decía que era necesario negar todo lo que hábito da por satisfactorio. Esto implica una constante rebelión contra el establishment, contra lo establecido, lo que él llamaba “la Gran Costumbre”, así con mayúscula, pero a la vez una ruptura de la normalidad conveniente, convenida y consuetudinaria. Nuevamente cito a Cortázar “negarse a que el acto delicado de mover un...