CRIMINOLOGIA Y PSICOLOGIA JURIDICA Y FORENSE

2010

Criminología y
Psicología Jurídica y
Forense
Reflexiones desde la práctica en el quehacer
criminológico en Chile
En el presente ensayo se abordan tres ámbitos relevantes desde el quehacer de la
Criminología en Chile. En primer lugar se postulan variables a considerar en la
evaluación de Peligrosidad de un imputado y/o condenado, para luego realizar una
propuesta metodológicaatingente y necesaria a la realidad nacional. Finalmente,
desde la práctica en el quehacer profesional se destacan las conceptualizaciones de
mayor validez empírica desde una mirada criminológica.

Felipe Vega Durán.
Post-grado en Psicología Jurídica y Forense.
Diagnosticador y Delegado de Libertad Vigilada. Gendarmería de Chile.
Docente Universidad de Los Lagos.
Perito Tribunales de Familia-Defensoría Penal Pública.

Criminología y Psicología Jurídica y Forense

Incorporación de Metodologías en la evaluación de peligrosidad de un imputado
y/o sentenciado.
Contextualización:
La evaluación del riesgo es una cuestión de suma importancia para la sociedad en
general, ya que es un tema que se pone en evidencia en diversos momentos y etapas en que
los juristas intervienen en causasde “familia”, como lo es la protección de hijos, y en
causas más bien criminales. Es un tema de interés en materias de prevención planificada en
el plano poblacional, como es el caso de la educación para la resolución de conflictos de
manera no violenta o la prevención de la violencia asociada al abuso de sustancias. El
interés social se expresa en la proliferación de leyes para latipificación de todo tipo de
conducta violenta, que atenten contra las personas, contra la propiedad o contra los bienes
jurídicos.
Las formas de conceptualización del tema y las reacciones comunitarias hacia los
diversos grados de riesgo, han variado a lo largo de la historia. Así por ejemplo, sin ir más
lejos, el emergente cambio paradigmático de “peligrosidad” a “evaluación de riesgo”
(Castel, 1991)(Menzies, 1995) amplió el alcance de la evaluación e incluye
consideraciones ambientales, situacionales y sociales. De este modo, se evolucionó
postergando la significación jurídico-política que subyace en los códigos, a uno más
clínico-epidemiológico de orientación probabilística, menos categórico y dicotómico.
Tradicionalmente la forma de evaluar la “peligrosidad” era con un enfoque amplioy
comprensivo, integrando la historia vital del individuo desde perspectivas fenomenológicas,
existenciales y criminológicas. De esta manera se contemplaba el modelo y la aspiración
tradicional del clínico de salud mental: operacionalizar una comprensión amplia del sujeto
que permitiera poder representarse la conducta futura y los riesgos implícitos en la misma.
Este modelo recibió múltiplescuestionamientos porque arrastra el riesgo de evaluaciones y
predicciones idiosincrásicas, de la falta de uniformidad entre profesionales y de
imprecisiones importantes (Steadman y Cocozza, 1974; Ennis y Litwack, 1974; Monahan,
1981).
Los informes profesionales de riesgo adquieren una mayor probabilidad de
proporcionar evaluaciones válidas, cuando consideran los agentes relacionadosdirectamente con el riesgo de reincidencia. Estos factores de riesgo han sido informados en
la literatura principalmente a través de estudios de seguimiento donde se compara la tasa de
reincidencia con alguna determinada característica del agresor. Vale mencionar que ningún
factor de riesgo por sí mismo, está suficientemente relacionado con la reincidencia, razón
por la cual los evaluadores de riesgoconsideran una amplia gama de factores.
Los esfuerzos por perfeccionar las evaluaciones y lograr precisión en las
predicciones, y más aún, lograr algún método estandarizado no son nuevos. La comunidad
científica hasta mediados de los años 50s, hizo muchos esfuerzos para lograr la
delimitación empírica de los factores predictores de la violencia que, mientras evitaran el
reduccionismo de la...