Criterio
SALMODIA Ant. 1. Inclina, Señor, tu oído hacia mí; ven a librarme. Salmo 30 I - SÚPLICA CONFIADA Y ACCIÓN DE GRACIAS. A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; tú, que eres justo, ponme a salvo, inclina tu oído hacia mí; ven aprisa a librarme, sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca y mi baluarte; por tunombre dirígeme y guíame: sácame de la red que me han tendido, porque tú eres mi amparo. En tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás; tú aborreces a los que veneran ídolos inertes, pero yo confío en el Señor; tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. Te has fijado en mi aflicción, velas por mi vida en peligro; no me has entregado en manos del enemigo, has puesto mis pies enun camino ancho. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. Inclina, Señor, tu oído hacia mí; ven a librarme. Ant. 2. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo. Salmo 30 II Piedad, Señor, que estoy en peligro: se consumen de dolor mis ojos, mi garganta y mis entrañas. Mi vida se gasta en el dolor; mis años,en los gemidos; mi vigor decae con las penas, mis huesos se consumen. Soy la burla de todos mis enemigos, la irrisión de mis vecinos, el espanto de mis conocidos: me ven por la calle y escapan de mí. Me han olvidado como a un muerto, me han desechado como a un cacharro inútil.
Oigo las burlas de la gente, y todo me da miedo; se conjuran contra mí y traman quitarme la vida. Pero yo confío enti, Señor, te digo: «Tú eres mi Dios.» En tu mano está mi destino: líbrame de los enemigos que me persiguen; haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo. Ant. 3. Bendito sea el Señor, que ha hechopor mí prodigios de misericordia. Salmo 30 III ¡Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles, y concedes a los que a ti se acogen a la vista de todos! En el asilo de tu presencia los escondes de las conjuras humanas; los ocultas en tu tabernáculo, frente a las lenguas pendencieras. Bendito el Señor, que ha hecho por mí prodigios de misericordia en la ciudad amurallada. Yo decía en mi...
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