Cronica

BITÁCORA DE UN FUNEBRERO

La pasión los une, y ello sirve como el mejor despertador de los domingos. Aún es temprano pero hay mucho que hacer antes del encuentro con su único amor y su único vicio.Los tambores esperan por sonar, los trapos por flamear y el escenario que normalmente es vacío y ajeno a la realidad, por adquirir vida propia y empezar a latir sin cesar. Él, que de lunes a vierneses un oficinista cualquiera hastiado del mundo y de la monotonía habitual, se transforma en un ser importante parte de un conjunto motivado por un solo color y una sola casaca, la de sus guerreros quesaltarán a la cancha.

Se levanta esperanzado, pide a su único santo, su dios sin nombre que la gloria llegue a su U y que el cielo esta noche se tiña de blanco. Hoy no es domingo, es uno más delos miércoles despiadados que se hacen eternos por la rutina. Pero hoy, es un día especial para él y para sus colegas de adicción, porque hoy se juegan la vida en las gradas de Ponciano. Sale comocualquier otro día al trabajo, pero tiene un escudo que no está presente en otras ocasiones bajo su formalidad casual laboral, lleva una armadura bajo su terno que al momento de acercarse a La Ofelia loconvertirá en un súper-héroe más de la #12.

Ya en su oficina rodeado de papeles con números, fríos cubículos que lo encuadran dentro de un régimen y con la única compañía de una computadora ve lashoras pasar. Almuerza con sus compañeros y, cual enamorado quinceañero, de lo único que puede hablar es de lo que le espera, de ese nuevo desafío que lo toma como propio y de la hazaña que anhelaalcanzar. Ha pasado conectado a su celular, escuchando voces conocidas de rostros lejanos que comentan de las horas, de lo pasado, de los números que soportan sus teorías y de nombres que por sí solospueden no alterar el rumbo de nuestras vidas, pero que al convertirse en el “once titular” estremecen nuestro cuerpo y nos permiten soñar.

Su descanso terminó y debe volver a ese espacio tan inmenso y...