Cruzadas
Las guerras que desde el siglo VIII mantenían discontinuamente los reinos cristianos del norte de la Peninsula Ibérica contra el musulmán Califato de Córdoba, y que lahistoriografía conoce como Reconquista, continuaron de forma igualmente discontinua desde el siglo XI contra los reinos de taifas, los almorávides y los almohades, en algunas ocasiones con lacalificación de cruzada otorgada por el Papa, como en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) o en su episodio final: la Guerra de Granada (1482-1492). En el norte de Europa se organizaron cruzadas contra losprusianos y lituanos. El exterminio de la herejía albigense se debió a una cruzada y, en el siglo XIII, los papas predicaron cruzadas contra Juan Sin Tierra y Federico II Hohenstaufen.
Pero laliteratura moderna ha abusado de la palabra aplicándola a todas las guerras de carácter religioso, como, por ejemplo, la expedición de Heraclio contra los persas en el siglo VII y la conquista de Sajoniapor Carlomagno. Nuevamente resonó dicho término durante la primera mitad del siglo XX, utilizado por las potencias del Eje o de su círculo de influencia: la Guerra Civil Española o la invasión alemanade la URSS, recibieron tal calificativo por parte de la propaganda oficial.
Sin embargo, utilizada con un criterio estricto, la idea de la cruzada corresponde a una concepción política que se diosólo en la Cristiandad del siglo XI al XV; suponía una unión de todos los pueblos y soberanos bajo la dirección de los papas. Todas las cruzadas se anunciaron por la predicación. Después de pronunciar...
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