Crítica De Surplus

SURPLUS

Vivimos en una sociedad de consumo, de marcas, en la que el mínimo escepticismo sobre nuestras libertades se anula. ¿Somos libres? Sí, pues vivimos en una sociedad de libre consumo, de libre intercambio. Resulta paradójico que la mayoría de la gente del mundo actual se sienta más libre en mitad de una gran ciudad, llena de tiendas que nos dan a elegir con qué podemos vestirnos,restaurantes que nos dan a elegir lo que podemos comer, cines que nos dan a elegir lo que podemos ver, autobuses y carreteras que nos dan a elegir a dónde podemos ir…, que en cualquier otro sitio aislados de todo eso.
El problema es que no nos damos cuenta de la gran diferencia que existe entre elegir y decidir. Y es que no somos dueños de nuestras propias decisiones, porque tan sólo elegimos entre loque hay. Es gracias a muchos factores que pensamos que tenemos todas las opciones del mundo (medios de comunicación, publicidad…), pero no nos damos cuenta de las opciones que no tenemos, porque desde que nacemos estamos atados a un determinado modo de vida del que habría que ser muy valiente para salir. Cabe mencionar la película “Hacia rutas salvajes”, una historia basada en hechos reales, en laque el protagonista huye de toda atadura a la sociedad, se deshace de todo su dinero, de todos sus bienes materiales y huye a los bosques de Alaska, a la nada, buscando en sí mismo la verdadera razón de su existencia. El personaje tiene claro qué es lo que nos ata, qué es lo que no nos hace libres. Pues desde que nacemos, millones de mensajes van formando nuestra mente hasta que nos convertimosen personas adultas que ni siquiera se plantean si era ése el modo de vida que siempre habían deseado, echándole la culpa a la mala suerte de las muchas horas de trabajo que debemos invertir para el mísero sueldo que nos mantiene subsistiendo en pisos de dos metros cuadrados.
Nuestra libertad se restringe a que no haya prohibiciones. Nadie nos dice claramente que no hagamos esto o lo otro, perosí nos bombardean con imperativos a modo de consejo, recomendación… lo que es mucho más peligroso, pues anula nuestra capacidad de juicio.
El ejemplo que propone el documental de la tienda de muñecas hinchables es algo realmente representativo de la idea que se intenta transmitir: hay muñecas a elegir de todos los tipos, de todos los colores, de todos los tamaños y con todas las formas, es decirpara todos los gustos. Pero no son reales, por reales que puedan parecer, son de plástico. Lo mismo pasa con nuestras opciones: tenemos la posibilidad de elegir entre todas las opciones del mundo, nadie sentiría que en esta sociedad se queda fuera, sin ninguna opción a elegir, porque hay tanta variedad que no nos planteamos nada sobre esas opciones, simplemente damos por hecho que hay muchas ynosotros tenemos la suerte de poder elegir. Pero esas opciones son de plástico, alguien las ha dejado preparadas para nosotros, no son reales. No estamos decidiendo nada, sólo elegimos entre lo que hay. Claro que parecen tan reales que no nos planteamos si lo son o no. Si un hombre nunca hubiera conocido a una mujer real y le dieran la opción de elegir entre todas esas muñecas, tampoco seplantearía si son reales o no, simplemente se jactaría de la suerte que tiene de poder elegir entre tanta variedad.
Está claro que tenemos libertad para hacer lo que queramos, más bien nos falta libertad para no hacerlo. Es el ejemplo de la chica cubana, que al salir de su país no podía evitar desearlo todo. Quería comer más y más, el ansia se apoderó de ella, y es que la publicidad nos afecta muchísimomás de lo que parece, y también ahí está el peligro, en que no somos conscientes de la gran cantidad de decisiones que la publicidad toma por nosotros a lo largo de nuestra vida. Por eso es gracioso cuando una persona asentada en un sistema capitalista critica la falta de libertades de sistemas comunistas como es el caso de Cuba, en el que al menos son conscientes de lo que tienen y de lo que no...