Crítica del Libro IV de la República de Platón

Libro IV de “La República”, Platón

En nuestros días, la felicidad y la justicia en la sociedad son especialmente perseguidas mediante la consideración de la igualdad de todas las personas,en todos los aspectos posibles. Sin embargo, en este texto, puede encontrarse una argumentación totalmente coherente sobre como esa absoluta igualdad en todo que hoy tanto se quiere sostener desdeluego no conduce ni a la felicidad ni a la justicia, y no debe ser promovida, sino todo lo contrario; pero para exponer esta tesis, no habrá que partir de las diferencias en color de piel o sexo, sino enlas de las almas.

El libro IV comienza estableciendo que para que la ciudad entera sea feliz, así como cada uno de sus individuos, éstos deben ser perfectos operarios de sus propios y respectivostrabajos aquellos para los que por su naturaleza estén mejor dotados, para hacer prosperar a la ciudad en su totalidad, y viviéndose bien en ella, se deje a cada clase de gentes que tome la parte defelicidad que la naturaleza les procure, entendiéndose todo esto como justicia.

De estos primeros juicios no debe confundirse la expresión “cada clase de gentes” como una clasificación de riqueza,de hecho, en la ciudad rica en realidad habrá dos ciudades enfrentadas: la de los ricos y la de los pobres, cuando lo que se busca es la unidad de la ciudad, que todos los individuos procuraránsiendo esos perfectos operarios, con lo que también se mantendrán unidos en si mismos. Es importante destacar asimismo, como todos estos conceptos, estos preceptos morales, no están ni han de ser puestospor escrito, sería inútil e innecesario, e incluso incitaría a no cumplirlos; vigilando la educación y la buena crianza y en la ciudad de buen régimen, los hombres los percibirán fácilmente y vienen delos modos de vivir precedentes.

Siguiendo en la línea de lograr una ciudad enteramente feliz, se distinguen tres cualidades necesarias, de las cuales la justicia será émula: la prudencia, el...