Cuento

Pedro despertó aquel día y como muchos otros en el avión. Aunque habían sido muchas horas de viaje él no estaba cansado, al revés, se moría de ganas por ver todo y no perderse ningún detalle. Almirar por la ventana vio montañas de hielo y nieve y pequeños poblados con chimeneas humeantes.
- ¿abuelo donde estamos? – A lo que Luís, su abuelo, respondió – ¿no te lo imaginas? Estamos en un lugarfrío y te voy a dar una pista mas… estamos al norte de Europa.- pedro se quedó pensando durante unos minutos cuando de repente se dio cuenta de que estaban en Finlandia – ¡abuelo, abuelo, ya se dondeestamos! ¡Estamos en Finlandia!- el abuelo orgulloso de lo inteligente y avispado que era su nieto le dio un abrazo y le dijo que se pusiese el cinturón que en breves aterrizarían.
Ya en el hoteldejaron las maletas cogieron ropa de abrigo y bajaron a la recepción del hotel. Allí se encontraron con un guía que les llevaría por la ciudad y que también les guiaría por un sendero hasta llegar a unpintoresco pueblo.
-Hola me llamo Pentti y durante estos días seré vuestro guía. Si te parece bien Pedro primero visitaremos la cuidad que tiene un montón de cosas bonitas y que como esta noche anevado, estará mas bonita aun.- los tres, Pedro, Luis y Pentti, disfrutaron de una agradable paseo por la ciudad de Helsinki, donde se encontraban. Pedro disfrutaba de cada calle, de las casas queparecían como de cuento y como no, de la nieve. De vez en cuando se paraban para echar una pequeña guerra de bolas de nieve. Las risas y la alegría inundaban sus corazones. Sin embargo, Pedro se preguntabadonde estarían los niños, pues no se les veía por la calle. Pentti le dijo que todos los niños se reunían en un gran parque a las afueras de la cuidad donde podían jugar tranquilamente. -¿podemos ir?Aun no e podido conocer a ningún niño aquí, y quiero saber como juegan y se divierten.-
El guía llevo a Pedro y a su abuelo al parque y asombrados vieron como cientos de niños se divertían todos...