Danto

ARTE SUPERIOR, ARTE INFERIOR
Y EL ESPÍRITU DE LA HISTORIA
DANTO, C. Arthur. Más allá de las cajas de brillo (las artes visuales desde la
perspectiva posthistórica). Editorial Akal, Madrid 2003. (Pág. 145-156)

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Por comparación con la capacidad de comprensión que me atribuyo a mí mismo en la
lectura de los signos y señales enviadas al mundo del arte desde el Museo de Arte
Moderno deNuevaYork, me encuentro a una distancia demasiado grande de los
motores de la cultura parisina para poder leer los significados implícitos del Musée
National d'Art Moderne cuando se instalan y montan exposiciones bajo sus auspicios en
el Centre Pompidou. Así que no tengo una clara impresión de si el hecho de que éste
patrocinara una exposición sobre «Art et Publicité» se corresponde en algúnsentido con
el hecho de que en el primero coincidieran la toma de posesión de un nuevo director y
una exposición titulada «High & Low» [«Superior & Inferior»], uno de cuyos
principales componentes consistía en la relación entre el arte y la publicidad. La
sucesión de directores del MOMA es como una cronología de una dinastía real: Alfred
Barr Jr., James Johnson Sweeney, Willam Rubin y ahora KirkVarnedoe han redefinido
el significado de la modernidad como los monarcas borbones redefinieron el significado
del Estado, pero no sé si, en la política cultural de París, los directores del Musée
National d'Arte Moderne tienen algo parecido a esta autoridad estipulativa. Pero
dejando aparte los temas de capacidad para leer los textos de instituciones homólogas,
nadie tiene en mi opinión unsentido claro de por qué, casi simultáneamente, estas dos
instituciones tuvieron que montar exposiciones paralelas. Aquí, después de todo, no
estamos hablando del lenguaje de las instituciones, sino de las estructuras superficiales
de un cambio cultural a un nivel profundo. ¿Qué, por así decir, en la estructura profunda
de la modernidad se está manifestando en el medio de las exposiciones comouna puesta
entre paréntesis del arte y una práctica que en las fases primitivas de la cultura se habría
opuesto al arte, del mismo modo que los antiguos oponían la retórica a la filosofía o
como la propaganda se opone a la verdad?
Me gustaría intentar responder a la última pregunta, pero empezaré por lo que entiendo
algo mejor, el lenguaje de los gestos en el mundo de las exposiciones, yllamando la
atención sobre las diferentes clases de publícíté con que las dos exposiciones invitaban a
asistir a la prensa. En publicidad nada es inocente, lo cual es una de las lecciones que
aprendí de Roland Barthes, y examinaré brevemente algunas de las implicaciones
gráficas de las dos invitaciones. La señal gráfica dominante en la invitación del
Pompidou es un inmenso & en rosa neón,flanqueado a cada lado por ART y PUB,
pequeños en comparación con el & y ambos sobrepuestos a una especie de montaje en
el que se incrustan diversas imágenes y formas en un estilo típico de los años ochenta y
cuyos orígenes se remontan en el mejor de los casos a Robert Rauschenberg. Es un
montaje-collage de aquellos que gritan «¡ARTE!» cuando uno los ve, o sus
innumerables equivalentes, en lasoficinas centrales de una gran compañía o en las
habitaciones de los lujosos hoteles en los que los altos ejecutivos se relajan durante sus
viajes de negocios al extranjero. Pertenece a la lingua franca de los símbolos culturales,
y en la sala de juntas, el dormitorio o incluso en el salón proclama que quien lo compró
se ha identificado con la alta cultura del momento. Es de muy buen gusto y valela pena
leer su imaginaría, que se compone de formas naturales -hojas, bayas, mariposas, nubes
y la mano izquierda de una mujer- junto con objetos del mundo de la manufactura o
incluso de la producción en masa: aparatos electrónicos, cables, pulidas bolas de
rodamiento y lo que parecen cilindros pero podrían ser botes de mermelada. Hay
algunos rótulos, todos los cuales me parecen fragmentos...