dentidad y diversidad en la era de la globalizaci

Identidad y diversidad
en la era de la globalización
J. MARTÍN BARBERO
Experto en Medios de Comunicación y Cultura de Colombia

1. Trastornos de la identidad social vivida
En la velocidad y brutalidad de sus movimientos, la globalización comienza a hacer visibles algunos de los rasgos societarios de la mutación que
atravesamos. Y entre ellos el que mayor visibilidad alcanza es el queproduce
el paso de una sociedad integral a otra dual. Por integral entendemos una sociedad que buscaba integrar en ella al conjunto de la población, pues necesitaba
a todos en cuanto trabajadores ya que el trabajo era la base de su explotación
y de la expropiación de plusvalía. Así se vio a sí misma la sociedad capitalista
hasta la caída del muro de Berlín, acontecimiento a partir del cual laglobalización se despliega develando un nuevo modelo, el de la sociedad dual
–compuesta de integrados y excluidos– en la que el mercado moviliza nuevas
lógicas, que son las de conexión/inclusión y desconexión/exclusión en el más
básico de los niveles de lo social1 . Si la sociedad integral se caracterizaba por
ser eminentemente salarial, industrial, regulada, conflictual y negociadora, la
sociedaddual puede ya caracterizarse como terciaria, informatizada, desregulada, menos conflictual y muchísimo menos negociadora. Estamos pues
ante una sociedad estructuralmente fracturada, en la que el divorcio entre
Estado y sociedad se hace cada día más fuerte y visible. El Estado está hoy
mucho más moldeado por las reglas de juego que ponen el Fondo Monetario
Internacional, la OrganizaciónMundial del Comercio y el Banco Mundial, que
por las necesidades y demandas de su propia sociedad. Esto, en América Latina, está significando la tendencia hacia un Estado no solo reducido y casi
impotente sino además desubicado e incoherente, y a una sociedad que –casi
sin excepciones– ve degradarse día a día su calidad media de vida, agrandarse
la tasa de población abandonada a su suerte yestrecharse la poca clase media
1

G. Giménez, y R. Pozas (coord.) Modernización e identidades sociales, UNAM, México, 1994;
D. Mato (coord.) Políticas de identidad y diferencias sociales, Faces/Ucv, Caracas, 2003.

29

que teníamos2 . Pues aunque el divorcio entre Estado y sociedad no es un problema solo latinoamericano, aquí se agrava porque se trata de un divorcio
viejo que ha venidoahondándose y tornando casi ingobernables buena parte de
nuestros países.
En un segundo plano, encontramos lo que el filósofo recién fallecido, Paul
Ricoeur, denominaba el vaciado de densidad simbólica que sufre desde hace años la
política, esto es su incapacidad de convocar y mantenernos juntos, y la imposibilidad entonces para mediar entre las macrológicas de la economía y las dinámicas de losmundos de vida. La política, nos advierten desde hace tiempo A. Touraine, Ch.
Mouffe y Z. Bauman3, ha convertido el proceso moderno de racionalización –que
planteara Weber– en otra dualización de la sociedad: de un lado, el mundo de lo
público identificado con el hombre y de otro lado, el de lo privado, identificado
con la mujer, con lo doméstico. El racionalismo machista ha reservado lo seriopara las tareas del hombre colocando el resto de la vida en un afuera4 de su
racionalidad y privando de racionalidad propia a las dinámicas claves de las
identidades colectivas e individuales, que hacen y deshacen los mundos de
vida de la gente. Hoy, la política –aunque haya comenzado a acoger entre sus
directivos a mujeres– se hace cómplice de la dualización de la sociedad en la
medida en quese muestra incapaz de mediar entre las fuerzas la economía y los
movimientos de la identidad.
Tercer plano, la sensación creciente de impotencia entre los individuos, o
mejor, la mezcla de frustración, desconfianza social e impotencia política. La
sensación que se experimenta es “cada día menos dimensiones de mi vida dependen de mí y lo que es más angustiante aún, tampoco entiendo de quién...