Derecho Internacional Cpi

El Estatuto de Roma presenta fragilidades originadas en el principio de la complementariedad, que sigue siendo la mayor problemática de la CPI. Ésta corre el riesgode convertirse en un juicio sólo para individuos nacionales de países menos desarrollados económica y políticamente, cuyas débiles estructuras sociales y jurídicasno les permiten cumplir “el deber de todo Estado de ejercer su jurisdicción penal contra los responsables de crímenes internacionales” (según se cita en el Estatuto).Así pues, ¿la CPI es un órgano que pasará a ser fuente de más poder de las principales potencias? ¿la CPI es entonces “propiedad” de unos determinados países conpoder económico y político de la cual sacarán beneficios? ¿es que esos países controladores son superiores para juzgar los crímenes de todo el globo? El principio de lacomplementariedad no es, como decían los Estados, un equilibrio entre la jurisdicción nacional y la internacional, sino un medio utilizado para fines políticos (nodisminuir la soberanía de los Estados Parte). ¿Qué papel tiene, pues, la justicia en todo esto? Los Estados tienen que velar por ella y no dejarse llevar por su usualhipocresía y decir mucho pero no hacer nada. Para ganar hay que arriesgar, y en este caso, los Estados tienen que arriesgar en cierto modo sus soberanías para ganar unórgano penal internacional que imparta la verdadera justicia; pues, si los Estados no lo hacen…¿quién lo hará? Ellos, al fin y al cabo, deben ser garantes de justiciay ésta, está muy por encima de cualquier egoísta interés político. Esta palabrería no es mera retórica: los cuatro primeros casos de la CPI lo demuestran con creces.