Descubrimientos De Peluquería
Durante mucho tiempo se habló en la familia del incidente. Dado que mi abuelo era de esos viudos muy cuidados, mimados, consentidos, podríamos decir, por sus hijas, se tendía a ladesconsideración poco cristiana de casi, y sin el casi, culpar a Felipe de haber sobresaltado así a mi pobre abuelo con su súbito y relampagueante fallecimiento: "Te imaginas, repetían mis tías, Felipecayó sobre él con todo su peso y tu abuelo no podía quitárselo de encima. Todo mundo sabe que los muertos se hacen muy pesados, y tu abuelo ahí debajo, con toda esa sangre, a gritos pidiendo auxilio.Hasta que, al fin, los vecinos se acomidieron a ayudar y le quitaron el peso de encima".
Mi abuelo no decía nada, porque tenía amistad con Felipe y lo apenaba su muerte.
A mi peluqueroacá en n.y. lo conocí porque a veces maneja el elevador del edificio donde vivo. Se llama Jerry Iacono, italiano, natural nada menos que de Porto Empedocle, en Sicilia.
—Cómo —exclama Jerry, enperfecto español; su esposa es argentina y Jerry habla muy fluidamente español—, ¿usted ha leído a Empedocle? —Empedocle, dice, sin la s.
—Claro, Jerry, claro —contesto—, lo estudié en la...
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