Desde La Fantasía Al Fantasma; Recorrido De Freud A Lacan

Desde la fantasía al fantasma; recorrido de Freud a Lacan
Introducción
En el presente trabajo monográfico se intentará dar cuenta de la construcción y encadenamiento del concepto Fantasía en la obra de Freud, rastreando el lugar que ocupó al introducirse, en su primer momento, como opuesto a la realidad efectiva del trauma y su evolución hacia la concepción de “realidad psíquica”. Luego searticularán los aportes, disyunciones y conjunciones con su equivalente (no sin diferencias) en la teoría de Jacques Lacan que supera la oposición fantasía/realidad con el Fantasma, primero desde la crítica al modelo de Melanie Klein incorporando los tres registros y decanta en la idea de fantasma fundamental.
Desarrollo
Las fantasías inconscientes y los síntomas.
La fantasía se introduce en laobra de Freud muy tempranamente pasando ocupar el lugar de “las vivencias sexuales prematuras traumáticas” como causas de la neurosis, impulsándolo a abandonar su teoría de la seducción. En la carta 69 a Fliess de 1897, el valor de acontecimiento de los “recuerdos reprimidos” de las pacientes seducidas por sus padres es puesto en duda: “Ya no creo más a mi neurótica” dice allí. Al hacer estemovimiento con el valor otorgado al relato histérico, Freud abre una gran grieta a su cientificismo (en tanto afán de objetividad), introduciendo en las “escenas del recuerdo” un trastrocamiento en las coordenadas espacio/temporales kantianas y euclidianas. Aseverará luego Freud, que los histéricos poseen “espejismos mnémicos” acerca de su infancia, relacionando la fantasía de seducción con los intentosde defenderse de la propia práctica sexual masturbatoria. Habría invenciones de recuerdos infantiles producidos en años de la pubertad que se construyeron a posteriori; basados en recuerdos, pero rebasándolos. Aquí Freud pasa de la idea del trauma sexual infantil al infantilismo en la sexualidad e introduce además el concepto de pulsión. Lo traumático recupera así su valor puramente económico.Luego, Freud teorizará que se produce una soldadura entre la acción autoerótica destinada a ganar placer en una zona erógena, que se fusiona con la representación del deseo (o sea la fantasía) y el punto culmine de la masturbación. Si se resigna la satisfacción sexual y no se desvía la excitación hacia otra meta superior (sublimación), la fantasía prolifera y se constituye un síntoma. Los síntomashistéricos tienen como centro el conflicto entre dos mociones pulsionales contrapuestas: expresión de la moción pulsional parcial y su sofocación. El síntoma repite de algún modo aquella modalidad de satisfacción, volcada a una sensación de sufrimiento y mezclada con elementos que provienen de la ocasión que llevó a contraer la enfermedad, en el momento en que la libido tomó una vía regredientehacia las fuentes de placer de que se dispuso, o sea las que quedaron fijadas y que jamás serán abandonadas. Con posterioridad, descubrirá que lo más complejo de ser tratado es la aptitud para la formación de síntomas.
Los grandes fantaseadores: Ya en 1907, Freud se ocupaba de rastrear los orígenes del fantaseo de los sueños diurnos de los adultos, remitiéndose a los juegos infantiles. Así: dice:“Todo niño que juega se comporta como un poeta, pues se crea un mundo propio o, mejor dicho, inserta las cosas de su mundo en un nuevo orden que le agrada.” Moviliza grandes montos de afecto jugando, pero diferencia muy bien sus juegos de la “realidad efectiva”. Los apuntala en cosas palpables y visibles del mundo real, siendo esto lo único que diferencia el jugar del fantasear. El adulto (neurótico)deja de jugar, empieza a tomar la “realidad” de la vida con seriedad, pero no se resigna a dejar de gozar. El niño juega frente a los adultos, el adulto neurótico se avergüenza de sus fantasías y las esconde de los otros como a sus intimidades más personales. Entonces los deseos insatisfechos son las fuerzas pulsionales de tales fantasías, que han sido reprimidas y retornan en los síntomas....