Desinteres de los jovenes
Para el universal
Actualmente, podemos saber qué está pasando al otro lado delmundo prácticamente en el mismo instante en que sucede la noticia. A pesar de que hay tanto por conocer de otras culturas, los noticiarios prefieren hablar sobre la tragedia y la violencia, en aras deincrementar la audiencia lo que, a su vez, traerá como beneficio una mayor demanda de patrocinadores.
La guerra en Irak y el conflicto entre israelíes y palestinos son el mejor ejemplo de ello.
Sinembargo, la mayor parte de los medios de comunicación se limita a dar a conocer los sucesos sin análisis de fondo, y aunque de alguna forma se entiende su actitud, dados los intereses que tienen conlos poderosos grupos económicos, lo que no se comprende del todo es ese letargo en el que parecen encontrarse los jóvenes de hoy, principalmente los estudiantes. Tal vez la facilidad con la que unoaccede a datos de cualquier parte del mundo y la gran información que nos llega de todas partes no sólo distraen nuestra atención de los temas más importantes, sino que parecen adormecer nuestra capacidadde indignación.
A pesar de esa apatía, en el imaginario colectivo ya existe cierta conciencia sobre la importancia de la organización y protestas pacíficas. Como muestra de ello está la marcha defebrero de 2003, cuando millones de personas en todo el mundo salimos a las calles a protestar contra la guerra que Estados Unidos iba a realizar en Irak —que no contra Irak—. Nunca en la historia dela humanidad se había organizado tanta gente para hacer una protesta contra el imperio en turno, ni siquiera en octubre del 68 durante la crisis de los misiles, cuando el mundo entero vio la amenaza deuna guerra nuclear y la seria posibilidad del fin de la especie humana.
Pero lo que motiva esta reflexión es ese ánimo de la mayoría de los jóvenes de hoy, que se mantiene imperturbable y no da...
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