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Introducción

La filosofía en América Latina ha estado vinculada a los procesos históricos de la región. Un ejemplo muy representativo de ello es la llamada “Filosofía de la Liberación latinoamericana”, la cual surge en la década de 1970, en Argentina. Dicha corriente filosófica está centrada en el pueblo como sujeto del filosofar y la realidad social como punto de partida. Sin embargo, lasformas de abordar estos puntos son tan diversas como heterogénea es esta “Filosofía de la Liberación”. Y varios son los críticos de esta filosofía, nombres como los de Leopoldo Zea o Arturo Andrés Roig resaltan aquí, pero es sobretodo el filósofo Horacio Cerutti Guldberg quien ha sido hasta el momento el crítico más incisivo al tratar a la misma.

No obstante, este filósofo al momento decriticar también hace propuestas en cuanto a la filosofía que se hace no sólo en América Latina sino en todo el continente americano, y que a su vez son un aporte a la filosofía en general. Es decir, que no sólo hay una crítica sino también una propuesta en sus trabajos filosóficos. Y este es el punto central de la ponencia, es decir, examinar cuáles son las críticas y aportes que Cerutti hace parapoder así establecer cuáles son las consecuencias y trascendencias que dicho autor permite vislumbrar en la tarea de la filosofía y otras disciplinas, como las humanidades o las ciencias sociales, para y desde América Latina.

Por último, esto lleva a establecer una idea que se tiene de la filosofía fuera de la academia misma y su vinculación con la liberación como un tema capital ennuestro continente.



“El problema con la realidad, es que no sabe nada de teoría”

Don Durito de la Lacandona[1]

Que la libertad sea un tema capital en la filosofía es cuestión muy sabida. Ya sea que se hable desde un plano material o ideal, o en términos contrapuestos como lo son la sujeción o la opresión; la libertad siempre está presente en las filosofías occidentales y americanas.Sin embargo, no hay que olvidar que cada filosofía y cada filósofo, cada pensamiento y cada pensador, se encuentran limitados por su circunstancia. Tal como lo recuerda José Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mi circunstancia”. Y éste ha sido el lema de la filosofía latinoamericana desde, por lo menos, el siglo XX. Así pues, este “yo” orteguiano es un “yo” inmerso en el mundo, y marcado por lahistoria y la cultura.[2]

Esta visión del “yo” de Ortega, que no del “yo” solipsista cartesiano, ha sido muy importante para los pensadores de América Latina. Las circunstancias en que escriben son las determinantes de esta libertad de pensamiento de los latinoamericanos incluso desde antes de que se conociera a esta región cultural como “América Latina”[3]. La libertad como utopía se potenciódesde la aparición de América como América misma en los habitantes de este continente y del llamado “viejo mundo” de forma material potenciando la globalización (y no ideal totalmente, como lo expone O’Gorman[4]). Y es una historia larga, de más de quinientos años, la que tiene la libertad como una utopía en el pensamiento americano, pero desde la década de 1970 la filosofía latinoamericana ya nola abordará como “libertad” sino como “liberación”. Es decir, que a partir de esa fecha, ya no se abordará como finalidad o como algo dado, sino como un quehacer en proceso constante e histórico.

Este es el caso de la llamada Filosofía de la Liberación, cuyo antecedente inmediato se da en los movimientos sociales de 1968 (en París, en Berkeley, en México y Argentina), mismos que resultanfundamentales para el desarrollo de dicha filosofía. Ésta surgió en Argentina gracias a una generación de filósofos que desde 1969 comenzó a filosofar el fundamental tema de la liberación latinoamericana, y principalmente desde 1973 bajo el peronismo populista (cuyo discurso que indica que “ha llegado la hora de los pueblos”, será una consigna fundamental para tal filosofía). Asimismo, al interior...