Discurso de la identidad
De esa manera, solo puede articularse un relato acerca de la identidad moderna explicitando el horizonte moral de la modernidad.
Desde la modernidad se ha entendido por moralaquello que tiene que ver exclusivamente con el contenido de nuestras obligaciones, es decir, el intento de responder al pregunta ¿qué debo hacer?, ello ha conducido a un olvido del concepto de vidabuena o de vida con sentido que en última instancia le sirve de soporte.
Lo moral en sentido general apunta a aquellas cuestiones que son significativas o que son susceptibles de distincionescualitativas (bueno o malo, correcto o incorrecto). Son esas cuestiones morales y espirituales que en cuanto tales, supone una valoración fuerte. No dependen de nuestros deseos e intereses sino que lessirve de criterio, es decir, proporcionan una norma acerca de qué debemos desear si queremos vivir una vida significativa.
Cuando venimos al mundo, nos insertamos en un mundo humano, en una comunidad quecomparte un horizonte común acerca de aquellas cosas que son significativas, configuramos nuestra individualidad en ese espacio moral, aún cuando neguemos las explicaciones tradicionales que le dansentido a aquello que es reconocido como valioso. Por ello, lo moral en sentido general es como una intuición que nos orienta en nuestras decisiones y acciones.
Esas intuiciones morales presentan dosaspectos. Son casi instintivas, es decir se asemejan a las respuestas viscerales, pero a su vez requieren para darse, del reconocimiento de aquello que es objeto de respeto o de valía, es decir de unaontología moral.
Las ontologías morales son las explicaciones implícitas o explícitas de por qué actuamos de cierta manera, articulan el trasfondo significativo que le da sentido a nuestra vida y...
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