Dragon y Niño

Y el dragón con su aliento de llamas negras, como el carbón, como él mismo, destrozo la aldea junto a todos sus habitantes. Sus ojos rojoscomo la sangre y brillantes como el rubí despedían una furia, un odio y un rencor tales que cualquier hombre al verlos hubiera corrido despavorido.Los gritos de estos y la risa del dragón se escucharon por todo el reino. El rey tenía miedo. Era inútil en batalla.
Miedo porque el dragónhabía jurado venganza contra él y toda su familia. El sentimiento lo agobiaba. No sentía miedo hace tiempo, desde la última vez que lucho contrael dragón y este le arranco un brazo. Era inútil en batalla.
La batalla había sido tan cruenta y heroica que los bardos, los que quedaban en elreino, seguían cantando acerca de ella en un intento de infundir esperanza al pueblo desolado. Su rey los protegería decían los bardos a losaldeanos. Pero esté era inútil en batalla.
En su paso hacia la capital el dragón pasó por una aldea en la que solo quedaba un aldeano un niño. Alver al niño frente a él, el dragón supo, entonces, que ese niño seria su fin. El dragón no pudo dañarlo, no podía hacer daño a aquello que nole temía. Aunque era inútil en batalla.
El niño se hizo hombre y enseño a los hombres a no temerle nunca más al dragón para así juntosderrotarlo. El dragón al darse cuenta que ya no podía enfrentar a los ciudadanos del reino huyo. No era necesaria la batalla.
El reino tuvo paz.