Día De Amor.

"Día de amor"

de Daniella Alean



Yo nunca pensé que a mi llegara eso, que un par de locos llamaban “Amor”, así tan de repente, como si fuera un golpe de cupido gritando “ese es, no busques más”.

Esta había sido una semana difícil para mí: p...or fin tuve el valor de decirle a mis padres que seria pintora y dejaría la licenciatura a un lado; se decepcionaron tanto de mí, que ni mimadre pudo alzar la mirada para decirme algo. Sentía que el mundo (mi familia) no me comprendía, que no encajaba en algo tan simple como era el hogar, por lo tanto decidí olvidarlo todo, huir por un momento de ese bullicio que había en mi vida y callarlo con el sonido del mar y la brisa a través de un sol naranja que pinta las palmeras.

Deje una nota en mesón del Bar-Cocina: “Volveré”; imagino lacara de mi padre diciendo “hay que llamar a la policía, lucilda”. Recogí mis cosas: ropa, libros, utensilios de aseo, dinero por supuesto (no planeaba dormir en la arena), hojas y colores, pinturas para dibujar. Llegué a las 2:00pm, llevaba puesto un pantalón rojo y una blusa blanca. Alquile una pequeña cabaña, que seria compartida con un inquilino, más por razones de economizar que por compañía.Luego salí a caminar, a escuchar el sol y el mar como si fueran una sinfonía; me senté bajo una palmera y me dedique a pensar en todo lo que estaba pasando en mi vida, lo que pasaría con mi futuro.

Pasadas unas horas, se acercó alguien, más bien se sentó a mi lado. Era alto, llevaba puesto una camiseta gris, con una pantaloneta de cuadros (diferentes tonos de azul y verde), la cual hacia buencontraste con el canela de su piel y el café de su cabello. Tenía una mochila y una mini tabla de surf (supongo que no soy la única que venia a estos lugares a pensar, distraerse). En fin, aparentemente, no lo preste mucha atención.

Me miro, me pregunto “¿Por qué huyes de tu vida?”, “por lo mismo que tu” respondí, “¿porque huyo yo?, “porque sientes que no encajas”, le conteste bajando un poco lacabeza, este tema todavía me daba un poco duro. Esa simple e insignificante pregunta, dio pie para hablar un par de horas más, de la vida por supuesto. Era extrañamente interesante: yo nunca había hablado con alguien que conociera a TIM BURTON, AGUSTIN LARA. Eso no era normal aunque, si soy honesta se sentía muy bien, sentía tranquilidad, no afán por querer ser alguien que no era; aquí hacia papelde “yo”.

El sol había comenzado a esconderse y me invito a cenar, advirtiéndome que la cabaña donde residía tenía otro inquilino, que entendiera que no habría tanta privacidad, le respondí que eso no era problema. Y realmente no lo había, estaba tan encantada con su ser, era tan… no lo se pero despertó curiosidad en mi y eso es un poco complicado. Fuimos a su cabaña, al parecer, por lo querecordaba del camino quedaba cerca de la mía; mientras andábamos, pensaba “seria muy sorprendente que viviéramos en la misma cabaña, mucha causalidad”, pero no le preste mucha atención a ese pensamiento, estaba más concentrada en como la luz reluciente de la luna llena bañaba todo lo viviente. Cuando llegamos a la puerta de “su” cabaña note que: todo era muy parecido, al momento de entrar certifiqueque era la misma cabaña mía, ahí estaban mis cosas, maletín y demás. ¿Será que le digo o lo dejo de sorpresa? No, mejor le digo después para no arruinar el momento.

Había una pequeña mesa, en una de las ventanas de la habitación, dos puestos vale aclarar, la lámpara colgante arrojaba una luz anaranjada o amarilla o un tono intermedio entre los dos (en lo personal siempre me ha gustado la maneraen como ese color se refleja en las cosas de una habitación, le da un toque de “Garota de ipanema”, la canción). Trajo dos copas y una botella de vino, con unos cuantos panecillos, los cuales tenían muy buen olor. Me había dicho que se iba a cambiar la camisa, entro al baño para eso, al cabo rato salió vestido con una camiseta del mismo estilo que la anterior, cuello en V solo que esta vez era...