Ejemplo De Antologia

Dedicatoria

A ti lector por conocer mi trabajo y consultar esta libro.
A ti lector por conocer mi trabajo y consultar esta libro.
A mi madre por su esfuerzo e inversión económica para hacer posible esta antología.
A mi madre por su esfuerzo e inversión económica para hacer posible esta antología.
A mi padre por su amplio conocimiento literario y su gran consejo para realizar cita para esteproyecto.
A mi padre por su amplio conocimiento literario y su gran consejo para realizar cita para este proyecto.




Prólogo

Este libro está basado en los mejores autores de terror gótico y ciencia ficción, Edgar Allan Poe, con su genio llego a imaginarse relatos que nos causa terror e intriga, y ese es el objetivo de esta libro, y que decimos de Lovecraft y Bram Stoker, con suciencia ficción, y el misterio de Hoffman. Esto es lo que nos causa este tipo de libros. También pequeños fragmentos de las novelas de Stepen King, Carlos Sisi y Harlan Ellison.
Esta antología les causara terror o duda al “escuchar no tengo boca y debo gritar”, por la angustia y terror que se enfoca en la época del siglo XXI y XVII y hasta mas antes; relatando la historia de alquimistas ycientíficos.
Hay un ligero toque de extraterrestres del inframundo, llegando a la locura por tan por tan catastróficas causas de su terror y miedo.
Esta antología nos va a brindar un exquisito interés sobre los relatos en una noche lluviosa o incluso desiertos alucinógenos; por lo común, los relatos son en la noche, pero esta antología les va a mostrar suspenso incluso en pleno día, que en la mente deestos en la mente de estos grandes escritores nos va a ofrecer.




Edgar Allan Poe
(Boston, Estados Unidos, 19 de enero de 1809 – Baltimore, Estados Unidos, 7 de octubre de 1849)





La máscara de la muerte roja

La "Muerte Roja" había devastado el país durante largo tiempo. Jamás una peste había sido tan fatal y tan espantosa. La sangre era encarnación y su sello: el rojoy el horror de la sangre. Comenzaba con agudos dolores, un vértigo repentino, y luego los poros sangraban y sobrevenía la muerte. Las manchas escarlata en el cuerpo y la cara de la víctima eran el bando de la peste, que la aislaba de toda ayuda y de toda simpatía, y la invasión, progreso y fin de la enfermedad se cumplían en media hora.
Pero el príncipe Próspero era feliz, intrépido y sagaz.Cuando sus dominios quedaron semidespoblados llamó a su lado a mil caballeros y damas de su corte, y se retiró con ellos al seguro encierro de una de sus abadías fortificadas. Era ésta de amplia y magnífica construcción y había sido creada por el excéntrico aunque majestuoso gusto del príncipe. Una sólida y altísima muralla la circundaba. Las puertas de la muralla eran de hierro. Una vez adentro,los cortesanos trajeron fraguas y pesados martillos y soldaron los cerrojos. Habían resuelto no dejar ninguna vía de ingreso o de salida a los súbitos impulsos de la desesperación o del frenesí. La abadía estaba ampliamente aprovisionada. Con precauciones semejantes, los cortesanos podían desafiar el contagio. Que el mundo exterior se las arreglara por su cuenta; entretanto era una locura afligirse.El príncipe había reunido todo lo necesario para los placeres. Había bufones, improvisadores, bailarines y músicos; había hermosura y vino. Todo eso y la seguridad estaban del lado de adentro. Afuera estaba la Muerte Roja.

Al cumplirse el quinto o sexto mes de su reclusión, y cuando la peste hacía los más terribles estragos, el príncipe Próspero ofreció a sus mil amigos un baile de máscarasde la más insólita magnificencia.

Aquella mascarada era un cuadro voluptuoso, pero permitan que antes les describa los salones donde se celebraba. Eran siete -una serie imperial de estancias-. En la mayoría de los palacios, la sucesión de salones forma una larga galería en línea recta, pues las dobles puertas se abren hasta adosarse a las paredes, permitiendo que la vista alcance la...