El aliento

“EL ALIENTO” - DE THOMAS BERNHARD -

El autor, año 1949, cuando cuenta casi con 18 años, enferma de un problema que ya había tenido anteriormente pero que se agrava y es ingresado en el mismo hospital que su abuelo que también había enfermado días antes. Por su problema y la enfermedad de su abuelo, entra en una honda depresión motivada por el amor que tiene a su abuelo, muy por encima del amoral resto de miembros de la familia, incluida su propia madre.
Días después es trasladado al mismo hospital debido a una pleuresía, que le ocasionó perder la conciencia. Conciencia que no recobro hasta días más tarde.
Estaba en una inmunda sala, rodeado de muchos enfermos (casi todo ancianos), y allí mismo comienza el continuo calvario de punciones para sacar el liquido que encharcaban suspulmones, los días pasan y siempre son iguales, las mismas rutinas, medicinas que introducen en su cuerpo, toma continua del pulso, termómetros a diversas horas y el triste silencio de la sala que solo se ve alterado por la aparición de algún féretro metálico para llevarse a algún enfermo fallecido.
El abuelo que se había recuperado y estaba en otro edificio contiguo, comenzó a visitarle todos losdías y eso estimulo al autor, que estaba muy débil y apenas lograba seguir consciente. No sabia que problema tenía su abuelo y nadie se le contaba.
Esa sala estaba llena de pacientes que están esperando la muerte, raro era el que salía de la misma con vida, de esa manera el autor califica la habitación como “habitación de morir”.
El autor, en su debilidad, comienza a tener darse cuenta de algo queno había visto hasta ese momento, que es como la muerte se instalaba a su lado y se iba llevando a personas que estaban el aquella horrible habitación, y de la que salían en féretros debidamente identificados con una tarjetilla en el pie del difunto, después de acudir el sacerdote y darle asistencia espiritual y así regresaba “la normalidad a la sala”.
El autor poco a poco se acostumbraba aaquella inmunda y mal oliente sala, y a como se desarrollaba el tiempo en ella, con un único propósito salir de ella con vida.
Parecía mejorar, no físicamente pero si mentalmente y de hecho, se mostraba más observador y despierto y comenzaba a analizar todo lo que le rodeaba y por primera vez en mucho tiempo, estaba optimista. Como le decía su abuelo la inteligencia y el alma dominan el cuerpo.
Suabuelo le animaba continuamente, diciéndole donde irían cuando saliera de allí, y que libros y partituras le compraría, y cuando mejorara le enseñaría las pinturas de la iglesia del hospital.
El abuelo tenia una filosofía sobre la existencia, a través de la cual, pensaba que estando en un hospital se crea un circulo mental por lo que allí se observa y sucede, necesario para entender la vida, yaque se crea la imagen real de lo que es la verdadera existencia.
Las enfermeras (monjas) y todo el personal medico, parecían de carecer de expresión y sentimientos, les faltaba humanidad se habían endurecido por su tremenda rutina, y se mostraban frías, mecánicas y poco dialogantes aunque les preguntaras. Sólo se sorprendían de que el autor no hubiera muerto hace días, víctima de su propiaenfermedad y aunque este se afanaba en intentar hablar con ellos, nunca le respondían, parecía que verdaderamente no les interesara su trabajo y solo se limitasen a ver pasar los días y anotar las defunciones o apostar por el próximo en morir, de hecho era significativo como se degradaban los enfermos con el paso de los días, como adelgazaban como el caso del “general” un hombre fuerte y gordo que enapenas una semana, se convirtió en un saco de huesos y poco después murió. La misma suerte parecían iban a correr el agricultor o el feriante o el posadero o el repartidor de giros postales.
El autor se afana en determinar por las actitudes de sus compañeros de sala, de si eran o habían sido felices en su vida y se muestra muy crítico con el personal sanitario, del cual a veces pensaba que no...